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El Mulsanne ha sido concebido para ser disfrutado básicamente desde los asientos traseros, aunque os podemos asegurar que es una delicia conducirlo, pues no es solo un coche que se conduce, sino que además se siente.
Si retrocedemos al pasado, y buscamos los orígenes de este Bentley, los encontraremos en el año 1980, cuando Bentley creó este modelo como sustituto del que hasta entonces era el icono de la marca, el T2, y dejó de producirse en el año 1992. Debe su nombre a la recta del mítico Circuito de LeMans, donde en los años 20, Bentley consiguió allí 5 títulos a manos de sus intrépidos pilotos que con coches de la época “volaban” en el trazado francés.
Fue en el concurso de Pebble Beach, en agosto del 2009, cuando la marca de Crewe, decidió retomar la fabricación del Mulsanne, así que en el 2010 lo presentó de nuevo en sociedad. Este año, no solo lo han mejorado, con algunos toques estéticos, sino que lo han dotado interiormente, con un elenco de tecnología digno de una nave espacial, así como de nuevos elementos de confort, y de tres exclusivos colores en su paleta, entre los que podemos encontrar nombres como Dark Cashmere, Portofino o Damson.
Las líneas del Mulsanne, todo aquello que realza su figura en el exterior, se consigue gracias a un exclusivo tratamiento que Bentley ha conseguido llevar a cabo con las aleaciones de aluminio con las que fabrica su coche, calentando el aluminio y dándole forma mediante aire comprimido, consiguiendo así ángulos más marcados y una imagen mucho más dinámica y actual.
El frontal es precioso, e imponente allí por donde se mire, no solo gracias a la enorme parrilla cromada, sino también por dos enormes faros de tecnología led que presiden en los laterales de la parte delantera. En la trasera, encontramos dos pilotos también con tecnología led, que forman tres óvalos, similares a las salidas de escape, situadas en la parte más baja.
Abrir cualquiera de las cuatro puertas de este coche, es como entrar en el salón de una casa de lujo, en la que cada detalle es exclusivo, donde se respira un aire de sobriedad y elegancia propio de un coche que está fabricado de forma artesanal.
Las pieles, son escogidas de animales de una sola granja, cuyo cuidado y tratado se ve reflejado en los asientos, así como en todos aquellos elementos que van recubiertos de piel, cuyas costuras se hacen a mano. Todas las molduras de madera que se utilizan para cada uno de los interiores del Mulsanne, están trabajadas a partir de una sola pieza, y son talladas por ebanistas que las adaptan al interior de cada uno de los coches, por lo que cada uno es totalmente exclusivo. Os podemos contar que Bentley emplea 120 horas en trabajar la piel, 70 horas en tallar y adaptar las maderas nobles del interior o 120 horas en ensamblar el motor. Todos estos detalles son llevados a cabo de forma manual y artesanal, lo que confieren que en conjunto hablemos de un coche de autor.
Acomodados en el butacón del conductor, que al igual que el resto de asientos cuenta con múltiples reglajes eléctricos, así como de ventilación de aire frio o caliente y un sistema de masajes, seguimos observando los innumerables detalles que hacen del Mulsanne un coche único.
En memoria a sus antecesores, encontramos en el centro del salpicadero tres relojes, que son los encargados de indicarnos el nivel de combustible, la temperatura del motor y la hora, el resto de la información, la encontramos en el precioso cuadro de mandos así como en la pantalla de 7” que emerge del centro del salpicadero, que además de proporcionarnos diferentes aspectos de configuración del coche hace a la vez de navegador, los mapas del cual provienen de Google Maps. Desde esa pantalla, se puede controlar también un potente equipo de sonido firmado por Naim, que convierte el interior de este coche en una verdadera sala de audición rodante, ayudado si cabe por el aislamiento acústico que poseen los cristales.
Verdaderamente, este sedán está pensado para ser disfrutado, no por quien lo conduce, sino desde los asientos de atrás, por lo que a los ocupantes se les ha dotado de un panel de mandos situado en el reposabrazos trasero. A través del cual tienen el control del sistema multimedia situado en sendas pantallas acomodadas en los reposacabezas delanteros, pudiendo con un mando controlar la navegación del coche, así como el audio o un sistema de entretenimiento para poder visionar películas o conectar una consola de videojuegos. Opcionalmente, podemos encontrar dentro de su equipamiento elementos que pueden llegar a convertir el Mulsanne en un despacho como las mesitas traseras adaptadas para dos IPAD con teclado, o el sistema WiFi en el interior del coche.
El corazón que anima al Mulsanne es el motor que la marca viene utilizando casi desde sus inicios, pero puesto al día en temas tecnológicos. Así, el V8 de 6.75 litros, cuenta con bloque y culatas en aluminio, inyección directa y dos turbocompresores de bajo soplado con los que desarrolla una potencia de 512 cv. y ofrece un par motor de 1.020 Nm.
Este motor, unido a la caja de cambios ZF de 8 relaciones convierten la conducción del Mulsanne en algo tan placentero que no requiera prácticamente esfuerzo, y le otorga unas prestaciones dignas de algunos de los mejores deportivos del mundo, pues las cifras de velocidad máxima y aceleración teniendo en cuenta que todo el conjunto pesa casi tres toneladas, son de admirar. Las cifras de consumo, son bastante contenidas, y se habla de un promedio de 16 litros a los 100 Km, algo que se puede conseguir con el sistema de desconexión de 4 cilindros, que se activa cuando viajamos en la marcha más alta a velocidades de crucero.
Entrados en nuestra prueba, escogimos diferentes escenarios para la realización de la misma, con el fin de poder comprobar, todos los aspectos dinámicos y técnicos de este Bentley. Para ello, estuvimos circulando por Barcelona, entre el tráfico, para ver con la soltura con la que se mueve un coche que talla más de 5 metros y medio de longitud. Un paseo nocturno nos llevó a descubrir un lugar mágico en la ciudad de Barcelona, la montaña de Montjuic, donde encontramos preciosos fondos en los que fotografiar a esta belleza.
Superada la prueba de conducción por ciudad, a la mañana siguiente y tras sacar al Mulsanne de nuestro parking, gracias a la inestimable ayuda de la cámara trasera y los sensores de aparcamiento, nos dirigimos a la autopista, para comprobar durante unos kilómetros, lo que se siente al volante de un palacio rodante, en el que cualquier ruido que provenga del exterior es ajeno a nosotros, pues gracias al trabajo y elementos de insonorización, tan solo escuchamos la música que proviene del sistema de sonido.
Tras encontrar la salida que buscábamos, y tomar ruta hacia una pequeña carretera de curvas que circunda un pantano, condujimos para admirar un bonito paisaje y comprobar así la agilidad del conjunto, la soltura con la que se mueve teniendo en cuenta el peso y el volumen de un coche que no está pensado para este tipo de trazados, pero que perfectamente puede afrontar sin perder o mermar en momento alguno la comodidad que debe proporcionar a sus pasajeros.
El aplomo, aún no siendo un coche de tracción total como sus hermanos menores, los Continental GT y el Flying Spur, y gracias sobre todo a la carrocería de aluminio, sigue siendo asombroso y permite que puedas llevar a cabo alguna diablura tras el volante, teniendo siempre en cuenta, que te avala la garantía de un comportamiento dinámico más propia de un Gran Turismo que no en una limusina como quizás lo es el Mulsanne.
Tras disfrutar durante unos minutos del brío del poderoso motor V8, nos dirigimos de nuevo a un escenario en el que encontramos para fotografiar junto a nuestro Mulsanne, algunos de los yates más lujosos del mediterráneo, en el puerto deportivo Vilanova Grand Marina. Allí, esta belleza encajó perfectamente en un entorno donde la exclusividad está presente y se mide en varias decenas de metros de eslora.
Queremos agradecer a nuestro partner Cars Gallery, concesionario oficial Bentley en Barcelona, la posibilidad que nos brindó de probar el Mulsanne. Gracias a esta prueba, hemos conseguido apreciar muy de cerca, lo que es conducir un coche artesanal, adaptado a la vanguardia del exigente mercado al que va dirigido y sentirnos, como no, afortunados de haber llevado a cabo la prueba de uno de los íconos del mundo del motor.
Escrito por, Miguel Angel Solá
AGRADECIMIENTOS
* Cars Gallery - www.carsgallerybcn.com
* Vilanova Grand Marina - www.vilanovagrandmarina.com
FOTOGRAFÍAS
*Cristobal Arjona
* Javier Lorite - www.javirlorite.com