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Construido sobre la base del Audi Q5, el Macan es mucho más dinámico y agresivo, si bien nosotros tuvimos la ocasión de probar la versión diésel, nos ha dejado una buena sensación ver como en Porsche han realizado una muy buena puesta a punto sobre lo que ya era un SUV consolidado en un mercado donde hay mucha competencia.
Porsche no ha escatimado en su labor, y es posible equipar al Macan con elementos que encontramos en sus versiones más deportivas como los 911, así pues, dentro del equipamiento opcional encontramos por ejemplo dos extras como la suspensión activa PASM o el paquete Sport Chrono Plus que convierten, más si cabe, al Macan en el SUV más deportivo de su segmento.
Cuenta para nuestro entender, con unas medidas geniales y suficientes para un SUV, con 4,68 metros de largo, 1,90 metros de ancho y 1,62 metros de alto. Las líneas de la carrocería son un mero recuerdo de la imagen del Cayenne, aunque este coche transmite más agresividad en ellas. El frontal cuenta con dos poderosas entradas de aire en los laterales y en la trasera el difusor con las 4 salidas de escape ya nos hacen ver que es un coche especial.
Cuando abres la puerta del Macan, todo respira a Porsche, elegancia, buenos materiales y deportividad se respiran a raudales en todo el habitáculo. Los asientos tienen un corte muy bueno, son realmente cómodos y sujetan bien el cuerpo en los apoyos laterales de las curvas, además, es fácil encontrar una posición de conducción cómoda gracias a sus numerosos reglajes.
El volante de cuero y aluminio tiene un tacto, groso y tamaño perfecto. Es multifunción y lleva además incorporadas sendas levas para accionar en modo secuencial el cambio PDK de 7 velocidades.
Las plazas traseras, como suele pasar en los SUV de este tamaño medio, pueden llegar a albergar tres ocupantes, aunque quizás dos son los ideales. El maletero tiene una capacidad de 500 litros, pudiéndose ampliar hasta los 1.500 con tan solo abatir los respaldos de los asientos traseros.
El cuadro de mandos es el que ya estamos acostumbrados a ver en otros modelos de la marca. Tres relojes tras el volante nos dan la información que necesitamos, y al más puro racing, encontramos un gran cuenta revoluciones. A su derecha, una pantalla tft que hace de ordenador de abordo, así como de apoyo para el navegador pues también ofrece esa información tiene un útil indicador de la tracción que el coche utiliza en todo momento.
En la consola central encontramos una pantalla táctil de 7” desde la que prácticamente se maneja todo, el navegador, la radio, el sistema multimedia o el teléfono entre otras cosas. Bajo esta pantalla, ya encontramos la columna central que está ocupada por una serie de botones al más puro estilo Vertu (fabricante de móviles de lujo) que ya hemos visto en sus hermanos el Cayenne o el Panamera, así como el selector del cambio.
Entre los numerosos botones que encontramos, se encuentran los mandos de la climatización así como los activadores del PASM (sistema de amortiguación variable de Porsche), el desactivador del control de tracción o el mando de conducción Off-Road que es de serie en todos los modelos del Macan.
El propulsor que equipa el Macan Diésel es de origen Audi, un conocido 3 litros de 6 cilindros que desarrolla para este modelo 258 cv frente a los 245 del Audi. Dispone de un par motor de 580 Nm, que son los encargados de mover los casi 1.900 que lastra todo el conjunto, aunque os aseguramos que lo hace con mucha soltura, pues no solo es un motor elástico que ofrece empuje desde pocas vueltas, sino que además es muy progresivo y suena de ¡maravilla!.
Sus prestaciones lo dicen todo, en lo que a deportividad se refiere, ya que capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 6,3 segundos y lanzarse hasta los 230 km/h, teniendo en cuenta su tamaño y peso, son unas prestaciones dignas de admirar.
Sorprendentemente este motor, consume menos que el de su origen, pues Porsche ha homologado unos discretos 6,3 litros a los 100 km. La “navegación a vela” cuando dejamos de pisar el acelerador o bien el sistema start stop contribuyen también al ahorro de consumo. Nosotros durante la prueba, teniendo en cuenta que condujimos durante bastantes kilómetros por una carretera de montaña, así como por alguna pista forestal, conseguimos una cifra de 8,2 litros, más que aceptable para lo que pudimos disfrutar.
Para mejorar el comportamiento dinámico, nuestro Macan Diésel equipaba la suspensión activa PASM y suspensión neumática que permite escoger entre tres modos de uso, uno Confort, Sport y otro más firme denominado Sport Plus.
Tras recoger el coche el Concesionario Centro Porche Barcelona, tomamos enseguida una vía rápida, donde ya vimos que el Macan no es solo un SUV, sino un deportivo. Con la suspensión activada en el modo sport, el coche resulta firme para conducir por autopista, pero no resulta para nada incómodo.
El motor es brioso, y aun viajando a velocidad de crucero, es agraciado cuando le pisas el acelerador para realizar algún que otro adelantamiento y ves como la respuesta es inmediata. A ello, claro está, contribuye notablemente la caja de cambios PDK de 7 velocidades que ofrece unos cambios rápidos y precisos en todo momento.
Nos dirigimos al pie de la carretera que asciende hasta el Montseny, escenario de muchas de nuestras pruebas, ya que esta carretera es ideal para este tipo de vehículos, además de no haber mucho tráfico en ella, es una carretera en la que hay curvas grandes, pequeñas y un buen trecho de subida. Accionamos el modo Sport Plus de la suspensión, y empezamos a jugar con las levas del cambio que hay tras el volante para empezar a sentir lo que es llevar un SUV a su extremo más deportivo.
El conjunto, chasis, motor y amortiguación, hacen que te olvides que bajo tu pie derecho llevas un coche diésel, y más todavía, que estás conduciendo un SUV de casi 1.900 kg de peso. Es impresionante la soltura con la que se mueve el Macan en las curvas, la garantía de seguridad que ofrece gracias a sus sistema de tracción integral, aunque llegado el momento de la verdad, no tenemos que olvidarnos que es casi un tracción trasera, pero aun así traza las curvas con nobleza como si por railes estuviera guiado. Tan solo su tamaño y el peso, en algunas curvas, así como la fuerza de la gravedad son el límite de este coche.
Algo que nos sorprendió también gratamente fue el equipo de frenos, que aguantó del tirón y sin apenas fatigarse unos 28 kilómetros seguidos sin ninguna parada. Porsche asegura que tan solo hacen falta 34 metros para detener el Macan Diésel desde 100 km/h, con eso ya nos lo dicen todo.
Tuvimos también la ocasión de probar el Macan en una pista forestal y por algún que otro rebuscado camino, en los que con el modo Off-Road activado el Macan es el encargado de gestionar la altura del coche, la respuesta del acelerador y la del ABS para mejorar el comportamiento en este tipo de terrenos.
En definitiva, os podemos decir que el Macan es una opción tangible para aquellos conductores que quieran un SUV con alma de deportiva, un coche para compartir con la familiar y sobre todo un vehículo que lleva impregnado el ADN de Porche.
Escrito por, Miguel Angel Solá
Agradecimientos
- Centro Porsche Barcelona
- Fotografías: Miguel Angel Solá
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