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Las líneas generales del Audi A5 coupé lo convierte en un coche para nada discreto, pues tiene una personalidad deportiva que se entrevé dibujada en su carrocería. El frontal, goza de una poderosa mirada enfatizada más si cabe por la línea de los faros con luz diurna y tecnología LED. Las preciosas llantas de 19”, las taloneras de las puertas y el disimulado difusor trasero con dos sendas salidas de escape son algunos de los detalles que marcan la personalidad con la que Audi ha querido maquillar a este modelo.

El habitáculo tiene el sello de Audi allí por donde se mire. En primer lugar saltan a la vista los dos asientos deportivos delanteros, que son realmente cómodos y cumplen con su función de acomodar sin problemas a dos adultos talla XL sujetando el cuerpo de maravilla cuando se precisa en los apoyos laterales.

Sobriedad, elegancia, una calidad excepcional de materiales son cosas que Audi tiene en cuenta a la hora de tratar a todos sus modelos. El cuadro de mandos esta presidido por dos esferas separadas por la pantalla multifunción y como prolongación de este, encontramos a su derecha la pantalla desde la que se maneja básicamente todo en este coche. Desde el navegador, el sistema de sonido, teléfono o el Audi drive Select. Todos estos parámetros se controlan desde el mando MMI que se encuentra situado junto al selector del cambio Multitronic, que es muy intuitivo y preciso.

Configurado como un 2+2 plazas, quizás las traseras por la altura del techo pueden penalizar a los pasajeros altos, pero hemos de tener en cuenta que al tener una carrocería de este tipo a alguna cosa tendríamos que renunciar. No obstante y siguiendo los estándares de la marca, las plazas son cómodas. El maletero tiene una capacidad muy buena, ya que dispone de 455 litros de capacidad.

Esta unidad de prueba equipaba un motor de seis cilindros de tres litros que desarrolla una potencia de 204 CV al tren delantero. Dispone de un par motor de 400 Nm, que son los encargados de mover con soltura y alegría a todo el conjunto, desde las 1.250 hasta las 3.500 rpm. Este motor sorprende por su capacidad de aceleración así como por su capacidad de recuperación.

La caja de cambios automática secuencial Multitronic de 8 velocidades, funciona de maravilla, y con esta relación de marchas, no solo se consiguen unas cifras envidiables en lo que a prestaciones se refiere, sino que se aligeran mucho las de consumo. Acelera de 0 a 100 km/ en 7,1 segundos y puede llegar hasta los 235 km/h.

En el consumo, Audi homologa unos muy discretos 4,9 litros cada 100 kilómetros. Como siempre pasa, cuando probamos un coche nunca conseguimos estas cifras, pues rodamos en diferentes escenarios para poner a prueba el coche, no obstante tenemos que decir que conseguimos unos muy merecidos 6,1 litros, teniendo en cuenta que la mayor parte de la prueba la hicimos por un una carretera de montaña y a un ritmo que podríamos tildar de alegre.

Entrados en la prueba diremos que tras acomodarte en el cómodo asiento deportivo, encontramos una posición de conducción realmente baja. El volante multifunción de piel, tiene un tamaño, grosor y tacto perfectos y la dirección electromecánica que equipa el Audi A5, transmite muy bien además de ser realmente efectiva. Como es de agradecer, encontrar las levas tras el volante para accionar el cambio es algo que nos encanta.

Tomamos rumbo por la autopista hacia la montaña de Montserrat, nuestro destino de la prueba más intensa. Tras conducir varios kilómetros y ver como a velocidad de crucero este motor es un verdadero mechero, también apreciamos el gran rendimiento que es capaz de ofrecer, pues su respuesta es inmediata tras pisar el acelerador, como por ejemplo para realizar un adelantamiento.

Entrados ya en la carretera que queríamos, nos damos cuenta enseguida y tras disfrutar de las primeras curvas, que dinámicamente hablando, este coche es perfecto, sobre todo para aquellas personas a las que les guste tener a todo un coupé en su garaje con lo que ello representa y por lo que se espera de él, pero también tenemos que decir, que este A5 coupé es todo un viajero, algo que agradecerán aquellos que compren el coche para disfrutar de ambas cosas.

Su comportamiento es muy noble, algo típico en todos los Audi, pero destaca notablemente el aplomo que presenta cuando conduces por carreteras reviradas donde las curvas se suceden una tras otra. El tren de rodaje deportivo que equipan las unidades S-Line es muy eficiente y evita balanceos de la carrocería en los apoyos de las curvas.

El equipo de frenos está a la altura del conjunto, y aguanto de lo lindo los kilómetros que rodamos haciendo un uso abusivo de ellos para comprobar su resistencia, y como no, pasaron la prueba con un sobresaliente.

Tras la prueba no nos queda más que deciros que el A5 coupé, nos ha encantado, no solo por su estética, sino por el carácter deportivo que es capaz de derrochar sin mermar un ápice la comodidad que es capaz de transmitir.

Escrito por, Miguel Angel Solá

Agradecimientos

• Audi España

• Configurador Audi A5: http://configurator.audi.es/entry?mandant=accx-es&vc=a5coupe&&next=model-page&

• Fotografías: Javier Lorite y Miguel Angel Solá