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Utiliza la plataforma del Serie 4 Coupé, y goza de unas medidas suficientes para albergar cómodamente a 4 ocupantes. Mide 4,64 metros, tiene una anchura de 1,82 metros y una altura que le confiere ese toque deportivo de tan solo 1,38 metros.
Su estampa es preciosa, elegante y deportiva a la vez, algo a lo que BMW ya nos tiene acostumbrados en sus series, sobre todos aquellas que disponen de modelos cabrio, como este. Lejos de volver a una lona por capota, la marca bávara apuesta por un techo rígido de tres segmentos que se aloja en la parte alta del maletero, en una maniobra de tan solo 20 segundos que puede realizarse a baja velocidad, hasta 18 km/ según la marca.
El volumen del maletero tiene 220 litros de capacidad cuando el techo se encuentra en su interior y de 370 cuando el techo está desplegado, la boca de carga es bastante cómoda y permite alojar en él el equipaje suficiente para poder viajar bajo el Sol de la Toscana.
Diferentes motorizaciones conforman la gama de la serie 4, nuestra unidad de pruebas, equipaba un 4 cilindros en línea turboalimentado que desarrolla una potencia de 245 cv con los que se consiguen unas merecidas prestaciones para este modelo dado el alto rendimiento del motor.
El interior de este coche es sobrio, elegante y funcional. Los asientos delanteros tienen corte deportivo, disponen de diversos reglajes eléctricos y sujetan el cuerpo a la perfección. En la parte trasera, encontramos dos asientos configurados para dos plazas de tamaño grande.
Tras el volante de tres radios en piel y multifuncional, encontramos un cuadro con dos enormes esfera, al más puro estilo de los últimos modelos de la marca. Bajo el cuentarrevoluciones encontramos una pequeña pantalla que cambia su display en función del modo de conducción.
La parte más alta de la consola central está presidida por una pantalla panorámica, desde la que obtenemos información de la navegación, el sistema multimedia, la radio, el teléfono o el sistema Connect Drive de BMW. Esta se maneja con el mando iDrive situado tras el selector del cambio de marchas.
En lo que a equipamiento de seguridad y tecnológico se refiere, el 428i Cabrio ofrece un elenco de gadgets, como airbags frontales y laterales, ABS, control de estabilidad DSC, control de tracción DTC, faros bi-xenon, control de crucero con frenado o anclaje ISOFIX para los asientos traseros, asientos con regulación eléctrica, climatizador, sensor de lluvia o volante de cuero multifuncional.
Como es habitual en la marca, esta ofrece diferentes paquetes con los que podemos personalizar infinitamente a cualquiera de sus modelos, entre ellos, uno de talante deportivo como sería el M que no solo mejora su aspecto sino que garantiza un exclusivo comportamiento más dinámico del coche, o las diferentes líneas de equipamiento Sport Line, Luxury Line o Modern Line.
Con el fin de que podamos utilizar el coche a diario, y claro está, tratándose de un descapotable en toda regla, BMW ofrece como opción un sistema de calefacción con salidas de aire en los asientos a la altura de la nuca, para que la parte más expuesta al frío quede a buen recaudo. Otro de los elementos que equipa el 428i, es un deflector de aire que puede montarse fácilmente aunque limita por su ubicación el uso a tan solo dos plazas. El climatizador, con el coche descapotado se autorregula automáticamente en función de la temperatura exterior, por lo que contribuye notablemente a permitirnos que la capota la veamos tan solo de vez en cuando.
Su motor, un 4 cilindros de 2 litros, desarrolla 245 cv, gracias a la turbo alimentación, y dispone de un par máximo de 350 Nm a partir de 1.250 rpm y hasta las 4.800, lo que lo convierten en un motor muy elástico que recibe desde las pocas vueltas todo su potencial. En esta unidad de pruebas, equipaba un cambio automático de 8 relaciones, cuyo funcionamiento no solo es preciso sino rápido a la hora de subir o bajar de marchas.
Las prestaciones están a la orden del día dentro de la marca y en el segmento al que pertenece. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y de alcanzar 250 km/h. Estas, no están nada mal, teniendo en cuenta que todo el conjunto ofrece un peso de 1.755 kg.
En lo que a consumo se refiere, BMW homologa unos discretos 6,6 litros de media, cifra a la que nos acercamos bastante, pues preferimos disfrutar de los placeres de un cabrio al realizar nuestra prueba, en vez de someterlo a una conducción más deportiva como hacemos en otras ocasiones, por lo que conseguimos unos ajustados 7,1 litros de media. El modo de conducción Eco Pro contribuyó bastante a ello, pues fue el que más utilizamos.
Ahora bien, si quieres cambiar el carácter de este BMW, tan solo basta con activar el modo Sport, para disfrutar de unos cambios con relación más corta, una rápida respuesta del acelerador y un tarado más firme de la suspensión. Ante todo no debemos olvidar que el ADN de la marca está presente en todo el coche, y si quieres disfrutar, tan solo tienes que desconectar su sistema de tracción que te hará recordar que entre manos llevas un tracción trasera de 245 cv.
Durante los más de 400 kilómetros que hicimos de prueba, apreciamos todos los valores que el 428i Cabrio transmite, sobre todo, el placer de poder disfrutar del sol y el viento en la cara durante un precioso y soleado día conduciendo un coche cuyo comportamiento es quizás más digno de una versión Coupé de altas prestaciones.
En resumen, y consensuando la opinión del que suscribe la prueba con su compañero, adepto y enamorado de los BMW, y en especial de los convertibles, el BMW 428i Cabrio es una opción tangible y racional para aquellas personas que quieran en su garaje, un coche con un corazón y dos almas diferentes de las que se puede disfrutar con el sol por sombrero, alardeando de aquél anuncio que todos recordamos, en el que su eslogan era, “me gusta conducir”.
Escrito por, Miguel Angel Solá
AGRADECIMIENTOS
- BMW España
- Configurador BMW 428i: http://www.bmw.es/home/vehiculos/serie-4/cabrio/2013/presentacion.html
- Fotografías : Javier Lorite y Miguel Angel Solá
