El palacio que ocupó el fallecido conde Drácula alemán, hijo adoptivo de la familia del conocido noble rumano que dio pie a la leyenda de los vampiros, ha salido a subasta en un pueblecito a las afueras de Berlín. Se trata del palacio de Schenkendorf, así como un invernadero, una cervecera, la casita de los guardianes y un parque de cinco hectáreas que han sido puestos a la venta a un precio inicial de 535 mil euros. El palacio de estilo neoclásico fue comprado en 1995 por Ottomar Rodolphe Vlad Drácula Príncipe de Kretzulesco, que en realidad no era otro que el panadero Ottomar Berbig. Diez años antes había conocido a Ekaterina Olympia Caradja Kretzulescu, una anciana de 96 años emparentada en línea directa con la familia de Vlad Tepes (el empalador), por la que se dejó adoptar para evitar la perdida del apellido familiar, al no tener descendencia masculina. El Drácula alemán se hizo famoso por celebrar en su palacio, además de torneos medievales y conciertos, fiestas benéficas con la Cruz Roja para conseguir sobre todo donativos de sangre. Ottomar Rodolphe Vlad Drácula Príncipe de Kretzulesco se vio obligado en 2006, un año antes de su muerte a los 67 años de edad, a abandonar arruinado su palacio y a trasladarse a vivir junto a su esposa y un hijo a una vivienda en un pueblecito cercano.