La cantante decidió vender el departamento poco antes de unirse a Kevin Federline, pero nadie la dió lo que pedia. En el año 2005, Spears intentó vender el inmueble en $5.9 millones sin éxito, por lo que tuvo que bajar su precio hasta los $ 5.2 millones de dólares. Al final aunque el apartamento de Britney estaba valorado en $4.55 millones, fue vendido por $4 millones.