Bajo el concepto de Alta Porcelana, Lladró ha reunido las piezas que ejemplifican con el mayor grado de excelencia los valores de expresividad, belleza y perfección técnica con los que la marca ha impregnado siempre sus creaciones. Se trata de piezas de gran complejidad, elaboradas en series limitadas, en las que Lladró busca llevar al límite todas las posibilidades artísticas de la porcelana. El uso de minuciosas técnicas decorativas, como la aplicación a mano de lustres de metales preciosos, es una constante en la trayectoria de Lladró que en las esculturas de Alta Porcelana alcanza sus mayores cotas.
Los Leones Guardianes. Los dos imponentes animales son la representación de unos seres fabulosos/fantásticos portadores de buena suerte, protección y felicidad. Hembra (izquierda) y macho (derecha) simbolizan además el ciclo eterno de la vida: ella sujeta bajo su garra a un cachorro, él al mundo. Los Leones Guardianes están disponibles en parejas de tres estilos diferentes: rojo, azul o negro. Para realizar los Leones Guardianes los artistas de Lladró se han inspirado en las tradicionales estatuas de bronce, hierro o granito que protegían palacios, templos y casas nobles en países orientales. Recrear ese efecto majestuoso en porcelana ha sido un reto difícil de superar, lleno de complejos desafíos técnicos, pero ha permitido, a la vez, aportar a la iconografía tradicional la riqueza artística característica de las obras de Lladró. La elaborada ornamentación de los faldones y pecheras, el profuso modelado de las melenas y las colas, así como la decoración a base de esmaltes, lustres metálicos y barnices, hacen de estas esculturas una obra a medio camino entre la tradición milenaria y la creación de autor.
Como todas las obras Lladró, los Leones Guardianes y el resto de piezas expuestas están hechas a mano en La Ciudad de la Porcelana, en Tavernes Blanques (Valencia). Allí trabajan alrededor de 1.000 personas en la elaboración de unas piezas que la multinacional exporta a más de 120 países de los cinco continentes. Desde su nacimiento, en 1953, Lladró sigue realizando todas sus creaciones siguiendo el proceso enteramente artesanal que ha dado fama mundial a su obra.
Estas piezas están inspiradas en las tradicionales estatuas de bronce, hierro o granito que protegían palacios, templos y casas nobles en países orientales. Recrear ese efecto majestuoso en porcelana ha sido un reto difícil de superar, lleno de complejos desafíos técnicos, pero ha permitido, a la vez, aportar a la iconografía tradicional la riqueza artística característica de las obras de Lladró.
Las nuevas piezas de la Colección de Alta Porcelana como los Leones Guardianes tienen un precio aproximado de 18.000 euros y se realizan por encargo.