Su panettone ha obtenido 685 puntos de un máximo de 700 y el jurado ha destacado su sabor excelencia • lento, su textura y aroma. Además de pasteleros procedentes de toda Cataluña, han participado en el concurso profesionales procedentes de Madrid, Murcia, Alicante, Valencia, Granada, Vitoria y Zamora.
Nacido en 1971 en el municipio de Calafell (Tarragona) en una familia de pasteleros y chocolateros, Oriol Balaguer se formó justamente en la Escuela de Pastelería de Barcelona, sede del concurso. Sus estudios posteriores en Bellas Artes van dotarlo de conocimiento de diseño y estructuras artísticas, que ha ido aplicando en su día día y en sus creaciones. En 2015, Balaguer también ganó el concurso Mejor Croissant Artesano de Mantequilla de España.
El concurso, que ha llegado a su segunda edición, fue creado en 2016 por la Escuela de Pastelería del Gremio de Barcelona (EPGB) a raíz del "boom" que experimenta desde hace ya un tiempo este dulce de origen italiano . Aunque sin cifras oficiales, el Gremio calcula que su consumo se ha multiplicado por 10 en los últimos seis años y que es el dulce de Navidad que, sin duda, crece con más fuerza. Así se demuestra con el hecho de que cada vez son más los pasteleros que elaboran panettones artesanales, un pastel que se vende principalmente por las fechas de Navidad, pero que se puede encontrar en numerosas pastelerías de todo el Estado desde el otoño y hasta finales de la primavera.
El jurado del II Concurso Mejor Panettone Artesano de España, presidido por el chef Giuseppe Piffaretti, autor del mejor panettone del mundo; ha sido formado por Pere Camps, presidente de la Comisión de la EPGB; por el ganador del último certamen, el chef Yann Duytsche, de la pastelería Dulce Par Yann Duytshche, de Sant Cugat; por el chef pastelero Ramón Morató, actual Director Creativo de la marca Cacao Barry; por José Romero, profesor de la Escuela de Pastelería de Barcelona; por el periodista y director de contenidos de Vilbo, Alberto Ruíz; por Quico Sosa, gerente de Sosa Ingredients; y la periodista gastronómica Carmen Gasull. Por su parte, Rossend Guitart, gerente del Gremio de Pastelería de Barcelona, ha ejercido de secretario del jurado.
Todos ellos, desde las 10 de la mañana han ido valorando el aspecto (10 puntos); el corte (10 puntos); el olor (10 puntos); la textura y el alveolar (10 puntos) y el gusto (60 puntos) de los panettones presentados. Siguiendo las bases del concurso, cada pastelería participante ha entregado tres, todos ellos clásicos de frutas (limón / pomelo, naranja y pasas) de entre 700 y 800 gramos.
El ganador del certamen, patrocinado por Sosa Ingredients, se ha dado a conocer a las 13h en una gala celebrada en la Escuela de Pastelería de Barcelona, donde se le ha hecho entrega del prestigioso trofeo del Concurso Mejor Panettone Artesano de España, así como de un cheque de 2.000 euros.
El origen del panettone
No son pocas las leyendas e historias que hablan del origen del panettone. Una de ellas, lo sitúa hacia el año 1490, cuando un joven aristócrata de nombre Ughetto atelanas de Futi, demostró el amor que sentía por la hija de un pastelero de Milán haciéndose pasar por aprendiz e inventando un pan azucarado en forma de cúpula, con frutas confitadas y aroma de limón y naranja. Tan delicioso estaba aquel pastel, que los milaneses empezaron a acudir en masa a la pastelería a pedir el "pan de Toni", quien así se hacía llamar "el aprendiz" improvisado. De ahí dicen que proviene el nombre de panettone.
Otra leyenda sitúa la creación de este dulce a finales del siglo XV en la corte de Ludovic el Moro, señor de Milán. Parece que el Duque celebró la Navidad con una gran cena, pero los postres se quemaron. El encargado de lavar los platos (Antonio) aprovechó los ingredientes sobrantes para amasar un pan dulce y se ofreció a servir como postre.
Lo que sí quedó por escrito es el primer registro del panettone como dulce navideño tradicional milanés, en un artículo del escritor il • luminista Pietro Verri del siglo XVIII, que le llamaba "pane di tono" ( 'pan grande' ).