La cita sirvió, sobre todo, para conocer de la mano de sus protagonistas un proyecto que pretende recuperar el valor del vino en nuestra gastronomía, y que nació para crecer de forma natural, gracias a las sinergias entre sus dos creadoras: El arraigo a la tierra, su capacidad de innovar, y de universalizar sus respectivos terruños y una filosofía de trabajo común, el arte para cuidar hasta el más mínimo detalle, buscando constantemente la excelencia en su trabajo.
El proyecto Gastrovino, que tuvo un espacio en el Open Bar de Millesime durante los tres días del Salón, es una iniciativa de Alcorta, una de las marcas de referencia del vino de Rioja, enmarcada en su labor por encontrar nuevas fórmulas innovación, pero siempre evolucionando al mismo ritmo que los gustos de su consumidor.