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Hay berlinas, que están pensadas para que te lleven, y hay otras que lo están para ser conducidas, pues bien, el A7 es una de ellas. Su aspecto de coupé no pasa desapercibido allí por donde pasa y su preciosa línea esbelta, a la vez que poderosa, son el mejor reflejo de lo que Audi ha conseguido al crear este coche. Esta versión con respecto a la anterior (2010), presenta unos cambios estéticos a modo de “lifting” que afectan a la parte delantera, donde vemos un frontal más afilado y la nueva parrilla singleframe de Audi, vista ya en otros modelos de la casa y una trasera en la que los nuevos pilotos LED y las salidas de escape son los elementos que se han rediseñado con más notoriedad.
Con unas medidas de 4,97 metros de largo, por 1,91 de ancho y tan solo 1,42 de alto, estamos frente a una berlina, de estilo coupé con 4 puertas y capaz de dar cabida a 5 plazas cómodamente en su interior y que dispone de un maletero con capacidad para unos generosos 535 litros, siendo fácilmente ampliables hasta los 1.390 litros con tan solo abatir los asientos traseros y disponiendo de un portón de accionamiento eléctrico para facilitar la carga.
Damos paso al interior del Audi A7, que es, un compendio entre la elegancia, el diseño y la aplicación de las últimas tecnologías. Nuestra unidad de pruebas, lucía una decoración que combinaba la madera con el aluminio cepillado para el salpicadero y la cónsola central y que es un fiel reflejo de la calidad de materiales a los que Audi nos tienen acostumbrados en todos sus modelos Premium.
Los preciosos y llamativos asientos deportivos S/ RS tapizados en cuero Valcona negro, sujetan el cuerpo de la misma forma que un guante de seda se adapta a una mano, y que además de diversos reglajes eléctricos, ventilación y calefacción disponen de función de masaje para redundar más si cabe su alto nivel de confort.
En la parte trasera, aunque estando homologado para albergar cinco plazas, esta unidad disponía solamente de dos asientos individuales, que podrán dar cabida a dos adultos de talla alta. Son realmente confortables y disponen de una buena distancia para alojar las piernas con respecto a los asientos delanteros.
El cuadro de mandos, está presidido por dos enormes esferas separadas por una pantalla TFT que hace de ordenador de a bordo y de soporte a la pantalla central de la consola. En la parte más alta encontramos el Head Display (opcional) donde se proyecta la información básica de la conducción, el navegador, el sistema de reconocimiento de señales y el ordenador de a bordo. Otro de los sistemas que más interesantes nos ha parecido y equipaba este Audi es el asistente de visión nocturna y detección de peatones.
La parte central está presidida por una pantalla de 8” del sistema multimedia opcionalMMI Navigation Plus, que cuenta con conexión a internet (4G) y que es escamoteable si en algún momento queremos desactivar la pantalla. Desde aquí podemos manejar el sistema de audio, entretenimiento multimedia, el GPS o el teléfono entre otras cosas. Bajo el sistema de audio, encontramos una botonera desde la que se activa el sistema Audi Park System, se desactiva el control de tracción o se sube el alerón trasero que funciona automáticamente a partir de los 120 km/H, así como los mandos del climatizador bizona que cuenta con la activación del sistema de calefacción y ventilación de los asientos delanteros.
La cónsola la preside el selector del cambio, así como el mando MMI Touch, que se puede manejar a modo de joystick y cuenta con un pequeño touchpad en el que se pueden memorizar las emisoras de radio o bien escribir las entradas del sistema de navegación.
El equipamiento de nuestra unidad de pruebas, aparte de llevar todo lo elemental, como berlina Premium que es, llevaba algunos gadgets que incrementan notablemente su precio y que convierten al A7 en la mismísima nave Enterprise. Dentro del equipamiento de serie, encontramos: alerón trasero automático, retrovisores eléctricos calefactados, asistente luces de carretera, faros con tecnología LED, faros traeros LED con intermitente dinámico, sistema de prevención de colisiones, asistente de luces de carretera, climatizador bi-zona, arranque por botón, Audi drive select, control de velocidad de crucero adaptativo, Audi Sound System, paquete iluminación interior y exterior, pantalla a color de 7” en el cuadro de instrumentos, Audi drive select (selector de modos de conducción), portón trasero de accionamiento eléctrico, Audi pre sense basic, Audi Hold Assit, ESP, Tren de rodaje dinámico, sistema Start-Stop con recuperación de energía y control de velocidad de crucero adaptativo entre otros elementos o sistemas.
Opcionalmente, el paquete deportivo S Line, ofrece tren de rodaje deportivo y altura rebajada, molduras de entrada al vehículo “quattro”, revestimiento interior del techo en color negro, asientos deportivos con ajuste lumbar y volante deportivo S line con levas. Elpaquete exterior S line, cuenta con detalles estéticos que enfatizan más si cabe el diseño deportivo del A7, y se distingue por un parachoques delantero y trasero, parrilla del radiador, taloneras y difusor trasero de diseño deportivo, inscripción S line en los laterales y parte inferior del parachoques y difusor en color platino. Esto presentado con unas preciosas llantas de 21” calzadas con unos neumáticos en medidas 275/30/21 lo convierten en un gentleman de la carretera.
Podríamos seguir enumerando parte del equipamiento opcional, lo que nos llevaría a contemplar el cierre asistido de las puertas, climatizador automático de cuatro zonas, ajuste eléctrico del volante de tres radios que además es calefactable, cortinilla para la luneta trasera, techo corredizo, o la iluminación ambiente. Con esta lista, tu Audi A7 puede ser totalmente único.
Su alma, el motor diésel V6 Biturbo, desarrolla una potencia de 320 CV, y un par motor de 650 NM, desde tan solo 1.4000 rpm, lo que se traduce en una aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo 5,2 segundos, cifra para un motor TDI que no está nada mal. Pero no todo en este mundo es la aceleración desde parado la que cuenta, sino la capacidad de recuperación que ofrece, algo que pudimos comprobar durante nuestro viaje, a la hora de adelantar en algunas carreteras nacionales, en lo que podríamos decir, todo era pisar, salir y adelantar.
La caja de cambios Tiptronic de 8 velocidades y convertidor de par, es el complemento ideal para este propulsor, y aunque no resulta tan efectiva como la S tronic, a la que ya nos hemos mal acostumbrado, al probar otros coches de la marca, es bastante rápida y dispone de una buena relación de cambios. Su uso, es automático o secuencial a través de las levas del volante, lo que te lleva a poder exprimir al máximo los 320 CV cuando quieres ir rápido en zonas reviradas.
En lo que a consumos se refiere, la marca homologa uno mixto de 6,1 litros a los 100 km, cifra a la que nos acercamos con unos 5,9 litros conduciendo desde Barcelona hasta Zaragoza por autopista, claro está, a la velocidad legal permitida. Cuando entras en otro tipo de carreteras, como por ejemplo nacionales, autovías o bien, algún que otro puerto de montaña, lo ves aumentado, en nuestro caso, obtuvimos una media de 7,2 litros, pero os podemos asegurar que ese litro y poco extra lo disfrutamos con el placer de llevar al límite a nuestro A7.
Entramos en la prueba, que nos llevó a recorrer casi 1.200 kilómetros por la Rioja, Pamplona, Jaca y la preciosa población de Canfranc, en el pirineo aragonés. Nuestra fiel intención, fue la de realizar una completa prueba del Audi A7, conduciendo por todo tipo de carreteras y por diversos puertos de montaña para ver su comportamiento.
El inicio de nuestra ruta, empezó por la autopista que une Barcelona con Zaragoza, dónde enseguida nos dimos cuenta que este coche ha nacido para ser un verdadero devorador de kilómetros, que somete a quien lo conduce y a sus ocupantes, a un alto grado de confort y comodidad. Activamos el modo Efficiency del sistema Audi Drive Select, por lo que conseguimos ir a una velocidad constante de 120 km/h y con el motor girando a unas escasas 1.800 rpm, viendo como el consumo instantáneo roza los 5,4 litros cada 100 km. Los sonidos del exterior son imperceptibles, no solo por el trabajo de insonorización, sino por la impresionante y exquisita acústica que proviene del equipo de audio firmado por Bang & Olufsen, que te llevan a pensar que conducir, es algo que haces en segundo plano tras el volante.
Tras casi 3 horas de trayecto, llegamos a Zaragoza, dónde hacemos una parada para reponer fuerzas. Allí, decidimos salir de la autopista para conducir durante unos kilómetros por una carretera nacional, en la que comprobamos lo fácil que llega a ser adelantar un camión con el potencial que ofrece el Audi A7 gracias a la elasticidad que ofrece su motor biturbo. Repetimos en varias ocasiones esta maniobra, pues como bien sabemos las nacionales a según que horas son recorridas por este tipo de vehículos. Tras varios kilómetros disfrutando del paisaje, a izquierda y derecha de la carretera, nos encontramos con un bonito campo de aero generadores por lo que y sin pensarlo, nos desviamos para poder fotografiar a nuestro coche bajo la sombra de los mismos.
Entramos en la autopista de nuevo, rumbo a Logroño, donde llegaríamos una hora más tarde, para disfrutar de una ciudad en la que la historia y las tapas de la Calle Laurel van cogidas de la mano.
La mañana siguiente nos sirvió para circular con nuestro Audi A7 por las calles de Logroño, donde no pasamos desapercibidos ante el tráfico y transeúntes, pues cualquier lugar que nos parecía afín, lo utilizamos como escenario para fotografiar al coche. Para ello, cruzamos el antiguo puente de piedra, que nos llevaría al frente de las Bodegas Franco Españolas, un referente de la ciudad. Posteriormente, nos dirigimos a otro lugar de la ciudad, al puente de Sagasta, conocido más popularmente como el cuarto puente que fue construido en 2003 sin ningún apoyo sobre el rio Ebro.
Ansiosos por visitar alguna bodega, algo que estando en la zona de la Rioja, sería imperdonable no hacer, nos dirigimos hacia Samaniego, por una carretera de largas e interminables rectas que se fundían con el paisaje de viñas y más viñas bajo la mismísima Sierra de Cantabria. Algo que vimos en lo alto de unos viñedos, enseguida captó nuestra atención y fue un cubo de cristal de que pertenece a las modernas Bodegas Baigorri (ver artículo de la bodega http://goo.gl/QQCyi2), lugar que visitaríamos gracias a la cortesía del departamento de relaciones públicas y marketing, que por supuesto nos dejaron fotografiar al A7 frente a sus instalaciones, dejándonos unas instantáneas como la de portada de este artículo.
Proseguimos nuestro viaje, y que mejor manera de hacerlo enfrentando a nuestro coche con el mismísimo puerto de Montaña de Herrera que cruza desde La Guardia, población que se encuentra a 22 de kilómetros de Logroño, hasta Vitoria. Activamos el modo Dynamic, la suspensión dinámica del A7 adopta su configuración más firme, la dirección se vuelve más dura y la respuesta del motor es ahora mucho más directa a la vez que los cambios, que efectuamos con las levas son rápidos y continuados. Aquí, fue donde nos dimos cuenta de que nuestro coche es la berlina perfecta, ya que la capacidad dinámica que es capaz de ofrecer está a la altura de lo esperado. El paso por curva es elevado, y pese a su peso de casi dos toneladas, la capacidad de tracción gracias al inestimable sistema quattro de Audi es el mejor de los aliados para este tipo de carreteras que hacen prácticamente imposible, al menos con el control de tracción activado sacarle de sus casillas.
Paramos en Peñacerrada, y nos disponemos a dar la vuelta, para hacer el mismo camino que habíamos realizado de subida, pero ahora de bajada, con la intención de someter al equipo de frenos un poco más, y otra de las cualidades que nos sorprendió es que son bastante infatigables sin acusar o transmitir hundimientos innecesarios al pedal.
Cae la tarde, y empieza a oscurecer, por lo que tomamos rumbo hacia Pamplona, y durante nuestro ruta, comprobamos como el sistema dinámico de iluminación es algo sorprendente a la vez que admirable, ya que la activación de las luces largas de forma automática nos proporciona suficiente haz de luz sin deslumbrar a los coches que vienen de cara.
Tras circular por las calles de Pamplona, ocupadas por los Miuras durante los San Fermines, dejamos descansar en el parking a nuestro Audi A7, que parece menos fatigado que nosotros. A todo esto, llevamos en nuestro haber 670 kilómetros y el ordenador de a bordo todavía nos indica una autonomía de 278 kilómetros más.
A la mañana siguiente, tomamos rumbo hacia Jaca, y una vez más tras conducir por diversas carreteras y 112 kilómetros más, disfrutamos de preciosos paisajes mientras bordeamos el embalse de Yelsa. Tras una visita cultural a la Ciudadela de Jaca, nos dirigimos a ver la que posiblemente sea una de las estaciones más bonitas de toda la Península, la de Canfranc, camino a la estación de esquí de Candanchú, donde una vez más encontramos otro revirado trazado con el que disfrutamos de la efectiva dinámica del A7.
De vuelta hacia a Jaca, y con 840 kilómetros nos vemos en la obligación de empezar a buscar una gasolinera, pues se enciende el testigo de la reserva, por fin!!!.
Otro puerto de montaña, el de Monrepós fue el que cruzamos para llegar hasta Huesca, pero ahora lo hicimos de forma tranquila, ya que el examen de conducir por puertos de montaña ya lo habíamos aprobado y con nota alta durante nuestro viaje.
Estando en Huesca y buscando una ruta con la rapidez que ofrece el sistema de navegación MMI Plus, decidimos hacer una parada en el pueblo donde reside Marc Márquez, para después de merendar tomar rumbo hacia Barcelona de nuevo.
Nuestro viaje llega a su fin, y un total de 1.187 kilómetros son los que hemos realizado a bordo del Audi A7 Sportback. Nuestra conclusión es que este coche ha sido concebido para esto, para ser disfrutado tras el volante, para devorar kilómetros y kilómetros haciendo uso de toda la tecnología que a bordo puedes encontrar y para disfrutar del potencial de su motor biturbo, así como de la dinámica que te ofrecerá todo el conjunto, con una larga lista de sistemas que no solo velarán por tu seguridad, sino por la del resto de conductores y peatones.
Tan solo el precio será una de las cosas que te hagan pensar dos veces si este Audi es el que quieres tener en tu garaje, pero os aseguramos que desembolsar los más de 110.000€ que cuesta (esta unidad de pruebas con todo el equipamiento opcional) lo harías si tuvieras la ocasión de llevar a cabi un viaje como este, para apreciar de cerca las virtudes del Audi A7.
Escrito por, Carmen Mora | @carmenmora41
Agradecimientos
- Audi España
- Audi Prensa
- Bodegas Baigorri
- Fotografías: Miguel Angel Solá
DATOS TÉCNICOS