Tan solo en el reacondicionamiento la pareja ha gastado más de 800 mil dólares.
El castillo de Miraval se sitúa en el municipio de Correns, Provenza francesa. Tiene más de 35 habitaciones y está rodeados por 350 hectáreas de viñas, olivos, bosques de pinos y una pista de aterrizaje para helicopteros. El palacete, propiedad del industrial estadounidense Tom Bove, que se ha reconvertido en viticultor de producción ecológica.
Tan solo en el reacondicionamiento la pareja ha gastado más de 800 mil dólares.