Fue una promoción que asoció intereses de diversos agentes privados (la promotora, los bancos y las concesionarias de servicios públicos), y que permitió a la compañía tirar el máximo provecho del proceso de enriquecimiento de la ciudad en la primera mitad del siglo XX. Una parte significativa de la elite paulista, entonces en pleno proceso de ascensión como la fracción más importante de la "burguesía" brasileña, acogió el nuevo barrio como lugar de asentamiento.
El Jardim América fue el primer barrio construido en Sur América bajo los preceptos del movimiento de las city-garden inglesas. La historia de la construcción del barrio, presentada en el libro de Silvia Wolff, es un precioso testimonio de la difusión de las ideas urbanísticas por el mundo; además de un ejemplo significativo de como las elites urbanas latinoamericanas y brasileñas marcaron su ascensión produciendo espacios de particular calidad en el interior del tejido urbano. El hecho de que una compañía inmobiliaria contratase a dos importantes arquitectos ingleses para la planificación del barrio, situado en el medio de una metrópoli en crecimiento, nos da la idea de la capacidad financiera y de la acumulación de riquezas de la burguesía industrial paulista a principio del siglo XX.