La vivienda tiene gruesas paredes, enormes ventanales de bisagras y los suelos y los techos conservan sus originales baldosas y vigas de madera, respectivamente.
La casa se sitúa detrás de unos muros al final de un callejón sin salida. La propia inmobiliaria la describe como: "La joya de la corona y la propiedad más grande de todas las Helenas (una de las localidades más románticas y codiciadas de Brentwood) con magníficas vistas y gran privacidad y aislamiento incluso encontrándose en las proximidades de los comercios y restaurantes de San Vicente y del Sunday Farmer's Market".