La cadena sueca H&M ha pujado por ubicarse en este establecimiento, pero actualmente la firma estadounidense Esprit es la mejor posicionada. En la lista de espera para entrar en el paseo barcelonés figuran firmas como Bottega Veneta –propiedad de el grupo Gucci–, Ralph Lauren, Tiffany & CO y Prada. Valentino, por ejemplo, tardó un año en encontrar un local en la avenida. “En el momento en que hay uno disponible se abre una guerra de ofertas”, sostiene Eduardo Rivero, socio de la consultora Ascana.
A pesar de que reconoce que “el lujo puro busca en Madrid”, Rivero afirma que Paseo de Gracia se ha convertido en un “escaparate” para toda firma de moda que entra en España. De los aproximadamente 180 locales del paseo, sólo cuatro están vacíos. En el momento en que una tienda queda libre, las consultoras abren una guerra de ofertas y contraofertas que excluye incluso a los principales grupos. Bulgari, por ejemplo, acaba de arrebatar a Bottega Veneta el local que anhelaba la italiana.
Modernismo y lujo
El Palau Robert es el encargado de abrir el paseo, que a medida que desciende hasta Plaza Cataluña y el centro de la ciudad va llenándose de turistas cargados con mochilas y cámaras de fotos. Las colas que se forman delante de La Pedrera y la Casa Batlló llegan incluso a tapar los escaparates de los establecimientos cercanos.
El turismo, principalmente el que se aloja en los lujosos hoteles de Paseo de Gracia –como el Majestic–, es uno de los atractivos de Barcelona para las firmas de lujo internacionales. Una de las dependientas de Armani Collezioni, ubicada junto al Majestic, explica que la mayoría de compradores son extranjeros, principalmente asiáticos y de Europa del Este.
Paseo de Gracia se ha convertido en la calle más cara de Barcelona para abrir un local comercial, con rentas que se sitúan en 200,68 euros por metro cuadrado y mes, según datos de la consultora Aguirre Newman. Desde finales de 2006, los alquileres se han elevado un 15,8% en el paseo. Pero la contracción del consumo comienza a notarse ya en las últimas operaciones. “Las rentas son ahora más prudentes –sostiene Óscar Álvarez, responsable de Retail de Exa–; 2008 será un año de consolidación y las perspectivas son menos ambiciosas incluso para las rentabilidades”. Esta moderación se ha notado, por ejemplo, en el contrato que acaba de firmar Hoss Intropia para el 46, cuyo inquilino era hasta ahora Sistem Action.
El establecimiento de Armani está situado en el tramo más deseado de Paseo de Gracia. Desde Diagonal hasta la calle Valencia, el paseo de la capital catalana está ocupado por firmas como Gucci, Louis Vuitton, Dolce & Gabbana, Valentino, Carolina Herrera y Montblanc. Durante los próximos meses abrirá sus puertas el tercer punto de venta de Jimmy Choo en España, que ocupará el antiguo local de Halifax.
En el tramo del paseo comprendido entre Valencia y Consell de Cent el lujo comienza a mezclarse con empresas de gama media. Lacoste, Sisley y Guru comparten espacio con Bulgari, Burberry o la joyería Rabat. El tercer tramo de Paseo de Gracia desciende desde Consell de Cent hasta Plaza Cataluña, donde el número de locales disponibles crece y comienzan a encontrarse grandes cadenas como Zara y H&M.
A pesar de esta separación entre firmas de lujo, gama media y público popular, la diferencia entre Paseo de Gracia y Ortega y Gasset es la oferta que complementa a la moda. Establecimientos como McDonald’s, Fresh & Ready, Dunkin Coffe y restaurantes independientes suponen el 15% de la oferta del paseo, una proporción similar a la del lujo. La presión de las firmas extranjeras ha expulsado de la calle a negocios locales, principalmente joyerías. “La mayoría resiste hasta que la oferta es demasiado tentadora”, dice Álvarez. A juicio del responsable de Ascana, si aún hay pequeños comercios es porque los locales no son atractivos.
Fuente: Pilar Riaño, Barcelona