Grossmith London no sólo es una de las casas de perfumes más antiguas de toda Inglaterra, sino que además es la única empresa británica que ha sido galardonada en la Exposición Universal de 1851 por sus fragancias y aceites. Simon Brooke, actual propietario de la firma, ha retomado las riendas de una implacable empresa que ha resurgido de las cenizas tras estar oculta durante 30 años por la escasez de recursos propia de la guerra. Con influencias monárquicas, los perfumes Grossmith London destacan por el uso de ingredientes 100% naturales que elevan a la exquisitez a todo aquel que lo adquiera. Una historia fascinante reaparece personificada en doce fragancias, tres de ellas envueltas en auténtico cristal de Baccarat.