Investigadores de la Unidad de Rumiantes del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA, sus siglas en catalán) y del Instituto del Frío del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han conseguido de forma natural, mediante la suplementación de la alimentación de las ovejas con semilla de lino y harina de girasol, obtener leche de estos animales enriquecida en ácidos omega-3, que tienen propiedades beneficiosas para la salud cardiovascular, y ácido linoleico conjugado (CLA), al que se atribuyen potenciales actividades anticancerígenas y anticolesterolémicas. Paralelamente, han logrado disminuir el contenido en ácidos grasos saturados. Así, con esta alimentación se obtiene una leche de oveja que presenta, de forma natural, un perfil de ácidos grasos más saludable.