La empresa de origen chino, Shanghai Tang, busca conquistar el mercado oriental y ya se vende en ciudades como London, Paris y New York. A partir de los Juegos Olímpicos de Beijing, chinos con alto poder adquisitivo comenzaron a comprar artículos de lujo. Al ganar las medallas durante los Juegos, les hizo sentir orgullosos de ser chinos, y dejaron atrás la timidez cultural y económica. Ese orgullo apoya los planes de expansión de su empresa por conquistar el mercado oriental.