La operación daría lugar a la mayor empresa de electrónica de Japón, con unas ventas anuales estimadas de 113.400 millones de dólares.Sin embargo, el proceso legal en Estados Unidos, así como en algunos países europeos y asiáticos para aclarar las leyes de competencia, ha demorado su ejecución. En concreto, los procedimientos para evaluar el negocio de las baterías de litio de las dos compañías está llevando más tiempo del previsto, dada su alta participación en el mercado global de la electrónica y al ser Sanyo, uno de los principales fabricantes de baterías de iones de litio con una cuota importante también en el mercado de las células solares.