'El negocio de estos emporios vive una nueva época dorada por el tirón de los consumidores de Moscú, Pekín, São Paulo y Nueva Delhi y de todo el conglomerado asiático'. Las grandes firmas hace tiempo que dejaron de coquetear con estos países para convertirlos en protagonistas de sus planes estratégicos de expansión. Corea es ya el cuarto consumidor de lujo del mundo y en 2015 los chinos, según Goldman Sachs, habrán desplazado a los japoneses en el podio. Por eso, Louis Vuitton ya tiene 18 tiendas en China y Armani prevé abrir más de 24 establecimientos en los próximos dos años. Todos compiten por los mejores escaparates.