Dado que los artículos de lujo cada vez están más al alcance de la clase media alta, especialmente en los mercados más maduros, los grandes patrimonios continuaron diferenciándose el año pasado con “experiencias exclusivas”. En consecuencia, la población de personas con patrimonios elevados gastó una cantidad considerable en este tipo de caprichos, incluidos viajes improvisados a Italia para correr al volante de un Ferrari, o viajes de tres semanas alrededor del mundo con paradas en el Serengeti africano y el Machu Picchu peruano. Los viajes filantrópicos también están en alza y un mayor número de grandes patrimonios busca la oportunidad de realizar tareas de beneficencia, aunque disfrutando al mismo tiempo de alojamientos de lujo.
En los últimos años, el dominio del mercado de los yates, que desde hace mucho tiempo estaba en manos de los grandes patrimonios de Oriente Medio, ha pasado a los compradores rusos.
Como en años anteriores, el número de europeos (22%) y latinoamericanos (21%) que invirtieron en 2007 en obras de arte fue superior al de sus colegas norteamericanos (11%), de Oriente Medio (10%) y de Asia (13%).
En las subastas de artes tanto Christie’s International como Sotheby’s se beneficiaron de la expansión de la economía rusa (el boom de las materias primas) y sus ventas totales a este país ascendieron a 324,9 millones de dólares, lo que supone un aumento del 45% frente al total de 223,6 millones de dólares del año 2006.
Los aviones privados, los yates por encargo, los automóviles de gama alta y otros artículos coleccionables de lujo, representaron el 16,2%
Las obras de arte, con un 15,9%
La joyería un 13,8%
Los viajes de lujo un 13,5%.