El 458 Spider está propulsado por un motor V8 atmosférico de Ferrari, con 4.5 litros e inyección directa, que fue elegido Motor Internacional del Año 2011 por su excepcional ingeniería en lo referente a manejabilidad, prestaciones, economía y refinamiento. La potencia se transfiere a la carretera por medio de la transmisión Ferrari F1 de doble embrague, una transmisión con levas en el volante y que es líder en su categoría, y a través del sofisticado E-Diff, integrado con el control de tracción F1- Trac y el ABS de altas prestaciones, para obtener las mejores cualidades dinámicas.
Algunos de los elementos del coche, como el mapa del pedal del acelerador o la amortiguación de la suspensión multibrazo, han sido calibrados para garantizar la máxima deportividad y un placer de conducción absoluto con el techo abierto, en línea con la exclusiva tradición spider de Maranello. Incluso el sonido del motor ha sido afinado para asegurar que los ocupantes del vehículo se vean completamente cautivados por la experiencia de viajar en este descapotable. La solución adoptada para el 458 Spider de un techo duro hecho todo en aluminio ofrece grandes ventajas sobre la tradicional capota de lona, incluyendo una reducción de 25 kilos en el peso y un tiempo de plegado o montaje de tan sólo 14 segundos.
El techo duro, completamente integrado en el estilo del coche, ha sido diseñado para encajar perfectamente por delante del vano motor, sin comprometer la aerodinámica ni las prestaciones del vehículo. El pequeño espacio necesario para alojar el techo ha permitido a los diseñadores incluir una generosa plataforma trasera, por detrás de los asientos, para el equipaje.
La parte posterior del coche se caracteriza por unas formas innovadoras, diseñadas para optimizar el flujo de aire hacia las tomas del motor y hacia los radiadores de aceite de la caja de cambios y el embrague. Para obtener el máximo confort mientras se conduce descapotado, el 458 Spider lleva un cortavientos de gran tamaño y ajuste eléctrico. El diseño se ha perfeccionado para reducir y esparcir el aire en el habitáculo, de forma que se pueda mantener una conversación normal incluso a velocidades por encima de los 200 km/h.
Las nuevas soluciones técnicas adoptadas para el chasis garantizan idénticos niveles de rigidez estructural con el techo puesto o quitado. El resultado es un vehículo verdaderamente excitante de conducir, que mezcla unas prestaciones extremas con las cualidades que siempre han caracterizado a las berlinettas descapotables de Ferrari.