El Speedster está equipado con una caja de cambios automática de 5 velocidades cuyo uso es preciso aunque un poco lento a la hora de engranar o reducir marchas si lo comparamos al cambio automático-secuencial de 6 velocidades que equipa el Bentley. El Cevennes, dado su carácter quizás algo más deportivo lleva incorporado una caja manual de 5 velocidades que le confieren un aire más racing a la hora de poder interactuar con él.
Durante la prueba pudimos comprobar que los PGO son coches de sensaciones, desde el momento que te sientas en su interior, percibes de primera mano que eres el piloto o conductor para todo, el Bentley quizás recurre a más tecnología que evidentemente no se ve pero se nota a la hora de conducirlo.
Los PGO, al tener su motor en posición central disponen de tracción trasera, y esto todavía les da un punto de diversión a la conducción, pues podemos llegar a conseguir que la parte trasera empiece a subvirar en el algún momento si el firme y el trazado lo permite, el GTC y su tracción integral lo convierten en un perfecto tren que circula por raíles.
Puesto en circulación los tres cabrios, vimos que la gente los miraba, pues son coches para ser admirados, quizás los PGO por aquel público que prefiera un coche con reminiscencias de aire retro y el Bentley por aquellas personas que quieran dar un aspecto señorial a lo que podría ser un bonito paseo con el coche descapotado, aunque en ambos casos la sensación es igual de agradable pues cada uno tiene sus encantos.
El equipamiento de los PGO es muy completo, pudiendo como hemos mencionado antes personalizarlos al detalle, algo que nos encantó en el Speedster fue el volante, firmado por Isotta y con cristales incrustados de Swarovski. Los asientos en ambos modelos son de cuero, y el cuadro de instrumentos de inspiración retro ofrece un sin fin de testigos luminosos, el Bentley, tiene todo aquello que le puedas pedir a un coche elevado al cuadrado.
Uno de nuestros escenarios favoritos para esta prueba, fue el Autódromo de Terramar, un circuito oval que además de ser divertido para poner a prueba un coche, es sin duda alguna muy fotogénico, aquí fue donde les hicimos la prueba más dura a los tres coches, que con nota alta, aprobaron todos, fruto de ese examen son las bonitas fotografías que ponemos al pié de esta prueba a vuestra disposición.
Tuvimos además la ocasión de circular con ellos por una revirada y sinuosa carretera, para comprobar las sensaciones que cada uno ofrece, y los 3 nos sorprendieron mucho, cada uno en su medida; el Cevennes al tener un cambio manual ofrece un toque personal al modo de conducción, pudiendo jugar con el cambio a tu antojo, el Speedster, quizás nos pareció más un coche para viajar y sobre todo para pasear, disfrutar de los paisajes y para ser admirado por el resto de conductores, y el Bentley, sería la suma de todo, confort, deportividad pues no tenemos que olvidar que el GTC es la evolución de GT, y la grandeza que te ofrece sentarte tras el volante de uno de los cabrios más bonitos del mercado.
En autopista, y para viajar, el Bentley ofrece una comodidad extrema, mientras que los PGO son muy expresivos pues te ofrecen las sensaciones más directas, tras unos kilómetros vimos que sobre todo el consumo de la mecánica proveniente de Peugeot es contenido mientras que el W12 es insaciable.
Nuestro último escenario, la Academia Sánchez Casal, recibió a nuestros cabrios para ultimar nuestra sesión fotográfica, allí pudimos disfrutar una vez más de unos caballos que no eran mecánicos, sino de pura sangre y que puestos junto a estas tres bellezas pintaban un original cuadro para ser admirado.
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