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Con respecto a la versión convencional, el “plus”, incremente la potencia de su poderoso V10 hasta los 550 cv siendo el R8 más potente de la gama. Modifica el tarado de las suspensiones con unas más firmes, además de someterse a una pequeña dieta de adelgazamiento de 50 kg, que consigue con unas nuevas llantas, el uso de los frenos cerámicos, así como en implementar unos nuevos difusores de aire para la parte delantera y trasera o unos asientos de nuevo diseño. 

En lo que a las suspensiones se refiere, el trabajo pasa por utilizar unos muelles y amortiguadores que desprenden más firmeza, por lo que ahora, este R8 ya es todo un tren que circula sobre raíles.

Los cambios estéticos del R8 V10 plus, son mínimos, con respecto a la versión normal, ya que tan solo vemos unas branquias tras las puertas (encargadas de enviar aire al vano del motor) o unos espejos en material CFRP (simula a la fibra de carbono) que son el complemento ideal al color del coche, el Azul Sepang.

Cuando abres la puerta, entras en el universo de Audi, un universo en el que se respira la deportividad allí por donde se mire dentro de un exclusivo habitáculo. Empezamos por los asientos tipo backet, que recogen el cuerpo como si de un guante de seda se tratara, cierto es, que tras muchos kilómetros tras el volante llegan a ser un poco incómodos, pero quizás, su cometido es otro, el de hacer esos kilómetros, pero disfrutando de la esencia deportiva con la que se ha construido este R8.

La posición de conducción es realmente “racing”, ya que literalmente vas estirado en el coche. El volante de piel tiene un tamaño y grosor ideal, además, lleva la parte inferior achatada, lo que facilita un poco el acceso al entrar al coche y dispone de dos levas de un perfecto tamaño y colocación que permiten accionar el cambio de forma secuencial.

Dos enormes esferas son las encargadas, junto a la pantalla multifunción que las separa de darnos toda la información necesaria. El cuentarrevoluciones es admirable, sobre todo cuando ves que la aguja puede llegar hasta las 8.500 rpm cuando exprimes todo su potencial, para ver como la aguja del velocímetro sube a la misma velocidad que sus revoluciones.

En la consola central encontramos la pantalla del navegador desde la que también se maneja el sistema multimedia entre otras cosas y que se maneja desde un mando situado en su parte inferior. Un poco más abajo, encontramos los mandos del climatizador, y en el túnel central, la palanca del cambio S tronic, así como los botones “Sport”, desconectar el control de tracción o subir y bajar el alerón trasero.

El maletero está situado en la parte frontal del coche y dispone de 100 litros de capacidad, por lo que pocas cosas caben. Eso sí, seguro que el mono, los guantes y el casco si vas al circuito entran a la perfección.

El corazón que anima a esta bestia es un bloque de 10 cilindros de 5.2 litros colocado en posición central, tras el habitáculo y que rinde la friolera de 550 cv. Es la misma mecánica que utilizaba hasta el cese de su producción el mismísimo Lamborghini Gallardo. Los 540 Nm de par motor que ofrece este propulsor, empujan con soltura y bravura a todo el conjunto, sobre todo en el margen de las 5.000 hasta las 7.000 rpm que es donde cuenta con todo su potencial.

Es un motor que derrocha empuje, pero también elasticidad, por lo que fácil es ir en séptima velocidad por autopista a 120 km/h, pisar el pedal del acelerador hasta hundirlo y salir catapultado sin el menor de los problemas. Sorprende su sonido, pues si al ralentí es bronco y agudo a velocidad constante no es molesto dentro del habitáculo.

Nuestro R8 equipaba la caja de cambios S tronic, robotizada de 7 velocidades y doble embrague, aunque es posible montar, para aquellos conductores más puristas una manual de 6 relaciones. Este cambio de doble embrague, no nos cansaremos de decir, que al menos para nosotros es uno de los mejores del mercado, sobre todo cuando la utilizas con el modo “Sport” activado, para poder así sacar todo su potencial. Los cambios son precisos y las reducciones van acompañadas de un sonido embriagador que proviene del V10 y la línea de escape.

Para garantizar el disfrute de tanta tecnología y deportividad, Audi encomienda la tracción del R8 a su eficiente sistema quattro, que aunque suene a tracción total, como ya comentamos en la anterior prueba del R8 Spider (http://www.luxurynewsmagazine.com/vehiculos-de-lujo/pruebas-dinamicas/item/8203-audi-r8-v8-spyder-s-tronic-mejorando-el-pasado.html), puede llegar a ser casi tan divertida como una tracción trasera, ya que el reparto de la misa favorece al tren trasero otorgando una cifra de un 85% en condiciones normarles y de hasta un 30% si se detecta una pérdida de tracción. Esta gestión es posible gracias a la implementación de un embrague viscoso y un diferencial autoblocante que regula la tracción y la retención.

Si la mecánica sorprende, sus prestaciones lo hacen más todavía. Quizás lo menos importante sean los 317 km/h que es capaz de alcanzar, cifra que te esperas, siendo un neófito cuando ves la impresionante estampa del R8. Lo que tiene verdadero mérito, y que es de lo más emocionante conseguir, es acelerar de 0 a 100 Km/h en tan solo 3,5 segundos, para ello, deberás probar como hicimos durante nuestra prueba, la arrancada mediante el Launch Control. 

Está claro que quien compre semejante deportivo, no será alguien a quien el consumo le importe, pero cierto es, que gracias a la tecnología del V10, se podrían llegar a una cifra de 10 litros cada 100 km, si viajamos a velocidad de crucero por autopista en séptima velocidad. Nosotros no nos acercamos a esa cifra ni por asomo, ya que preferimos descubrir todo lo que el V10 era capaz de ofrecer y nos acercamos más a los 18 litros, pero con el orgullo de saber que cada litro que entraba en el motor era para ser disfrutado.

Es posible de forma opcional, montar un depósito de 90 litros en vez del de 75 que lleva de serie, con lo que te puedes asegurar, o bien, dar más vueltas en un circuito, o hacer más kilómetros si quieres viajar. Personalmente, a manos de este R8, prefiero lo primero.

El comportamiento dinámico en curvas es excepcional, gracias al trabajo que la marca ha realizado sobre todo al montar unas suspensiones más firmes, que aunque puedan resultar algo incómodas si lo que buscas es comodidad, son verdaderamente eficientes, pues evitan cualquier balanceo típico de la carrocería en el apoyo de las curvas, sobre todo en las entrelazadas.

Es tan predecible que lo convierten en un deportivo que asusta con la facilidad que se puede llegar a conducir. Claro está, que también tiene su lado exigente si quieres sacar lo mejor de él, ya que no podemos olvidar lo que llevamos entre manos y que tras nuestros asientos hay 550 cv deseando dar lo mejor de sí.

Para garantizar la seguridad, y que tras pisar a acelerador a fondo  al trazar una curva y que no veamos a la trasera intentando adelantar a la parte delantera del coche, disponemos de un efectivo control de tracción y estabilidad con tres posiciones de funcionamiento, On, Sport y Off. Las dos últimas os podemos asegurar que son para manos experimentadas, pues fácil es con ellas convertir a este quattro en un tracción trasera con el que la diversión está asegurada.

Cuando vemos un deportivo de estas características, siempre, lo primero que nos viene a la cabeza, es ¿Cuánto acelera?, ¿Cuánto correrá?, pero lo que sorprende, es lo que frena. Para ello, dispone de unos enorme discos cerámicos, que una vez alcanzan su temperatura idónea detienen a todo el conjunto con una facilidad atronadora. Para su uso a diario, precisas de un periodo de aclimatación, pues son tan eficientes en caliente como ineficientes en frio, lo que lleva a tomar cautela en las frenadas en ciudad, en la que salvaguardar las distancias no está de más.

Tras la prueba del R8, todo el equipo de Luxury News, nos quedamos con ganas de haber entrado en un circuito para culminar lo que hubiera sido la mejor prueba del año. Es una asignatura que tenemos pendiente y que para el año que viene será una de nuestras metas.

Por el momento, os aseguramos que este R8, es una obra de la mecánica y la tecnología, con la que puedes disfrutar a diario, claro está, con los inconvenientes que conlleva conducir un deportivo como este. Sobre todo, el de no pasar desapercibido allí por donde vayas, pues llamativo lo es, no solo por el color Azul, sino por presumir de una línea y de un diseño que hace girar cabezas para disfrutar, de lo que a nuestro entender, es una de las traseras más bonitas y más imponentes de hoy en día. 

Escrito por, Miguel Angel Solá

AGRADECIMIENTOS

• Audi España
• Configurador Audi R8: http://configurator.audi.es/entry?mandant=accx-es&vc=r8&&next=model-page&
• Fotografías : Javier Lorite | Miguel Angel Solá

• Posición del motor: Central trasero longitudinal
• Distribución: Dos árboles de levas en cada culata
• Numero de cilindros: 10 en V
• Válvulas por cilindro: 4
• Cilindrada (cc): 5204
• Potencia Máxima: 550 Cv (404 Kw) / 8.000 r.p.m.
• Par motor máxima: 540 Nm / 6.500 r.p.m
• Diámetro x Carrera (mm)
• Alimentación: Inyección directa. Admisión Variable.
• Caja de cambio: Manual de 6 velocidades
• Tracción:: Total permanente Quattro
• Suspensión delantera: Paralelogramo deformable. Resorte helicoidal. Barra estabilizadora.
• Suspensión trasera: Paralelogramo deformable. Resorte helicoidal. Barra estabilizadora.
• Frenos delanteros: Discos ventilados cerámico 380 mm
• Frenos traseros: Discos ventilados cerámico 360 mm
• Neumáticos Delanteros: 235 / 35 R19
• Neumáticos Traseros: 295 / 30 R19
• Tipo de dirección: Cremallera con asistencia hidráulica y asistencia en función de la velocidad
• Largo (milímetros): 4.440 mm
• Ancho (milímetros): 1.904 mm
• Alto (milímetros): 1.252 mm
• Peso (en vacio): 1.645 kg
• Velocidad máxima: (km/h): 317 km / h
• Aceleración de 0-100 km/h (seg): 3,8 segundos