Esta ha sido la tercera unidad de Lotus Evora que tenemos la ocasión de poner a prueba, y la verdad, es que, si el Evora convencional y el Evora S ya nos habían dejados tremendamente sorprendidos, el Evora 400 nos ha conseguido dejar sin aliento. Lotus ha conseguido no solo hacer el deportivo más potente de su historia, solo superada por la versión Evora Sport 410, sino que además ha conseguido hacer un deportivo 2+2 plazas y para uso cotidiano.
Recordemos que Lotus, en su afán por ganar adeptos y ofrecer un deportivo con posibilidad de ser 2+2 plazas, presentó el Lotus Evora en el Salón de Londres de 2007, para posteriormente producirlo en 2010. Prometía ser un deportivo más cómodo y no tan radical como sus hermanos pequeños, el Lotus Elise y el Lotus Exige, dotado en un inicio con un motor V6 que ofrecía 280 cv, aunque posteriormente con la llegada del Evora S esta potencia aumentó hasta los 350 cv. Ahora, han llevado a ese motor de origen Toyota hasta los 406 cv, en una versión aligerada de peso con respecto a su predecesor y con un aspecto radicalmente deportivo.
En Lotus aseguran que que buena parte del coche es completamente nueva, sobre todo en lo que a estética se refiere, siendo ahora más exultante que las versiones anteriores, gracias a sus elementos aerodinámicos. No todo es maquillaje y estética agresiva en este Evora, sino más bien para darle una aerodinámica más avanzada a todo el conjunto, que dadas sus prestaciones bien merece esta pegadito al suelo, a ello, contribuyen claramente su faldón delantero, el nuevo difusor y el alerón trasero. Entre todos estos elementos el Evora consigue una carga aerodinámica en el tren delantero de 12 kg y de 20 kg para el tren trasero.
La parte trasera, parece sacada directamente de un video juego, ya que ofrece una vista remarcada por la dimensión del difusor trasero que aloja en su interior una descomunal salida de escape por la que braman, y como dios manda sus 400 cv cuando lo estiras a conciencia.
Las mejoras del chasis no son visibles, pero si son notables cuando conduces este coche, que ha mejorado también en el apartado suspensiones, frenos y electrónica, demás de equipar, en el caso de la versión manual, un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado que te permitirá un preciso guiado a la hora de trazar las curvas mejorando notablemente la capacidad de tracción.
La dieta de adelgazamiento a la que ha sido sometido el Evora 400, con respecto a su predecesor, le ha hecho perder 22 kg, gracias a la utilización de materiales más ligeros como el aluminio utilizado para la construcción de su chasis, dejándolo así en 1.395 kg, que es un muy buen peso para un coche de esta talla, que le permite moverse con mucha soltura.
El interior del Lotus Evora está configurado con lo imprescindible, sin ningún tipo de lujo y con las normas de diseño de Lotus que tienden más bien a ser demasiado minimalistas. El acceso al habitáculo no es tan contorsionista como al de sus hermanos el Exige o el Elise, pero requiere también de cierta agilidad.
Nuestra unidad de pruebas, estaba configurada como 4 plazas, si, habéis leído bien, como 4 plazas, aunque claro está, las dos traseras más bien son un porta objetos más que para ocupantes. Los backets delanteros carecen apenas de reglajes, pero son bastante cómodos a la vez que recogen el cuerpo a la perfección, sobre todo en los apoyos laterales. Estos pueden ser de piel o de alcántara, en función de la configuración que escojamos.
La posición de conducción es realmente baja, lo que te lleva a no ver el morro del coche, algo que agradecerás en conducción deportiva. Tras el pequeño y deportivo volante forjado en magnesio y forrado en piel/alcántara, encontramos un salpicadero en el que simplemente hay lo imprescindible, así pues, sus dos relojes acogen a su alrededor algunos testigos y tres pantallas digitales donde se muestra el nivel del carburante, la velocidad y los datos del ordenador de a bordo. El equipo multimedia Alpine dispone a parte del navegador, el teléfono y el equipo de sonido la cámara de visión trasera para facilitar las maniobras de aparcamiento.
En la parte superior de la consola central, encontramos una botonera, desde la que se accionan los modos de conducción Drive, Sport y Race, se acciona la calefacción de los asientos o se modifica el sonido de la línea de escape al accionar el mecanismo que abre las mariposas. En la parte más baja, y de forma muy minimalista, encontramos los mandos del aire acondicionado, la palanca del cambio y el freno de mano.
Lotus no ha escatimado en equipamiento para el Evora 400, así que lo ha dotado de una serie de elementos que facilitan el día a día y la conducción. Entre ellos, cabe destacar la cámara de visión trasera, faros bixenon, retrovisores eléctricos, sistema de sonido Alpine con bluetooth y navegación, indicador de presión de los neumáticos, asientos calefactados en cuero, ESP, control de tracción y un diferencial tipo Torsen de deslizamiento limitado.
Para sus bambas, Lotus ha desarrollado un nuevo juego de llantas, de 19” para el tren delantero calzadas con neumáticos Michelin Pilot Super Sport en medidas 235/35 y de 20” para el tren trasero, con unos neumáticos en medidas 285/30, siendo estos unos verdaderos chicles que cuando cogen temperatura se pegan literalmente al asfalto y son capaces de transmitir sus 400 cv.
Situado en posición transversal, y tras los asientos traseros, encontramos el poderoso motor V6 sobrealimentado de origen Toyota, cuya potencia de 406 cv no deja indiferente a la hora de estirarse hasta las 7.000 rpm. Dispone de un par motor de 410 Nm, lo que garantiza un gran empuje entre las 3.000 y las 6.000 rpm, y está asociado a una caja de cambios manual de 6 velocidades, siendo opcional la automática de 6 relaciones.
Para sacar provecho, y más que eso un buen rendimiento de esta mecánica, el Evora 400, dispone de tres modos de conducción, Drive, Sport y Race, que modifican no solo el sonido del escape, sino también la dirección, el tacto del acelerador o la entrada de los controles de tracción, que no consigues quitar nunca, algo que pudimos comprobar en la pista deslizante del Circuito Fast Parc Motor, dónde lo sometimos con nuestro amigo y piloto David Bosch, a un test de “cruzadas” para comprobar su agilidad. Cierto es, que, aunque no se consiga quitar del todo la electrónica, estamos seguros que Lotus lo ha hecho con la fiel intención de preservar un poco la seguridad ante la diversión.
Sus prestaciones son, por así decirlo de “coche mayor”, y muy a tener en cuenta por sus más directos rivales. Acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 4,2 segundos y de lanzarse hasta los 300 km/h. Cuando escuchas estas cifras, lo primero que te viene a la cabeza, serán las cifras de consumo, pues bien, aquí, es donde más nos sorprendió este Lotus, y es que, durante nuestra prueba, en la que hicimos alrededor de 190 kilómetros, entre llegar a Castellolí saliendo desde el Concesionario, conducir en el circuito, subir a Montserrat y volver a Barcelona, sacamos una media de 12,5 litros, nada para el disfrute que es capaz de ofrecer.
Cuando recogimos el coche, al ver la palanca de cambios, sinceramente pensé, “que pena no sea automático”, ya que últimamente estamos probando cambios que bien merecen muchos halagos. Ahora bien, cuando te pones al volante del Evora 400, y juegas con esta palanca de recorrido corto, y lo haces mientras trazas una y otra curva, acabas pensado, que tiene no solo, su gracia, sino que le puede sacar mucho jugo al motor con ella. Quizás la alternativa de un cambio automático, tras haber probado este, para mí sería por comodidad, no por deportividad.
En circuito el coche ofrece un aplomo y un paso por curva elevado a la vez que parece estar guiado por railes, pero en carretera abierta es tan preciso como un compás.
Puedes ir muy rápido con este coche, sea cual sea el trazado que escojas, nosotros para nuestra prueba estuvimos conduciendo por el Coll de Bruc, que nos llevó a la carretera que circunda la montaña de Montserrat, así que aquellos que conocéis este escenario imaginaros las sensaciones que pudimos obtener al volante trazando a conciencia cada una de las curvas que allí se suceden.
La dirección es tan directa, que solo tienes que apuntar a la entrada de la curva, para que el morro haga su trabajo y entre allí por dónde. Conduciendo con el modo Race en carretera abierta, y admito que es algo osado, salvo que lo tientes, el subviraje no aparece, y si lo hace, es tremendamente fácil de corregir ya que, aun siendo un deportivo al uso, es muy noble a la hora de corregir.
No es un coche delicado para ir rápido, pero claro está, que todo tiene un límite, y el Evora no puede ser menos. Cierto es, que ese límite llega cuando vas muy rápido, y el conjunto formado por chasis, amortiguación dirección y mecánica, te ayudan mucho a facilitar cualquier maniobra de corrección para seguir por tus railes.
Mención especial merece el equipo de frenos conformado por unos discos perforados y ventilados de 370 mm delante y de 350 mm detrás cuyas pinzas AP Racing cumplen con su cometido a la perfección, ofreciendo una frenadas perfectas y siendo prácticamente inagotables.
Sinceramente, creo que, a este chasis, todavía se le podrían implementar algunos caballos más, así que señores de Lotus, tomen nota, de que deberían de hacer una versión Evora 450 o si se atreven, como no, un Evora 500.
¿Es el Lotus Evora una alternativa a tener en cuenta? Si, rotundamente sí. Y esto lo decimos, tras haber probado a dos de sus más directos rivales, con una semana de diferencia.
Quizás, solo su precio de 120.000€ (precio de la unidad probada) será lo que pueda echarte atrás si quieres optar a tener este juguete, pero pocos coches del mismo segmento que este, copado en la mayoría por los germanos, ofrecen tantas sensaciones como el Evora 400, además de permitir que pueda ser tu coche para tu día a día.
Para nosotros, y tras haber probado las tres versiones del Evora, desde sus inicios, está claro que le damos un sitio en nuestro garaje de Luxury News Motor, y, además, con nota alta.
Agradecimientos
- Cars Gallery – Concesionario Lotus Barcelona
- Fast Parc Motor Castellolí.