El arquitecto polaco Peter Kuczia ha revolucionado el modo de ahorrar energía en una vivienda gracias a su CO2 Saver, una casa que se comporta como un camaleón. Su fachada ha sido diseñada para aprovechar al máximo la energía solar -el 80% está orientada al sur- para acumular luz y calor en el corazón de la vivienda. Los materiales empleados son fibra de cemento y madera sin tratar, con algunas franjas que toman sus colores prestados del paisaje circundante.
Gaia 5 es el proyecto de Luis de Garrido que en verano, el aire fresco acumulado en el sótano enfriará toda la vivienda de forma natural, ascendiendo por todas las plantas gracias al efecto chimenea para, finalmente, cuando ha sido calentado, ser extraído. Los paneles solares, situados en una cubierta ajardinada, harán el resto.
La casa OS, en Santander del estudio Nolaster (actualmente dividido en FRPO y MYCC), crearon una cubierta ajardinada en la que ningún elemento sobrepasa la línea del horizonte de una persona situada en la cota de la calle, con el fin de integrarse en el paisaje.
Casa Levene de Eduardo Arroyo y situada en la Sierra madrileña construida en madera y con las sugerentes formas que se conciben en la persecución de asemejarse a un gran árbol.