Mukesh Ambani compró hace ocho años un terreno de 4.500 m2 en Altamount Road, que resultó demasiado pequeño como para construir la residencia  de lujo que deseaba y, además, se encontraba rodeada de altos edificios. Así que el hombre más rico de la India encargó al despacho de arquitectos de Chicago Perkins+Will un rascacielos de 173 metros de altura (27 plantas) desde cuyo ático de grandes ventanales, tendrá vistas magníficas sobre el mar Arábigo.
La torre, que se llamará Antilia --como la isla misteriosa y desaparecida en el Atlántico-- será tan alta porque cada piso tendrá como mínimo 3,5 metros de altura y algunos, como el gimnasio, el cine y el ático, más.
Mukesh Ambani, de 51 años, se convirtió en multimillonario cuando, en el 2002, murió su padre, Dhirubhai Ambani, quien a partir de una gasolinera construyó una multinacional petrolífera. A su muerte los dos hijos mukesh y Anil (49 años y sexta fortuna del mundo), se repartieron el imperio Reliance.
Ambas familias siguen viviendo en el mismo edificio en Bombay, hasta que Mukesh, su mujer Nita y sus tres hijos se muden a la torre Antilia, a principios del próximo año.
Nita ha supervisado el interiorismo del edificio, que sale tan caro porque para cada planta ha encargado un diseño diferente a Hirsch Bedner Associates, responsables, entre otros, del Hotel Mandarin Oriental de Nueva York. El diseño se inspirara en el Vaastu, una especie de Feng Shui hindú que explica de manera clara cómo orientar cada una de las habitaciones de una casa para tener buena suerte. También los arquitectos no han olvidado una arquitectura verde aprovechando el sol, el viento y el reciclaje para consumir menos energía. Y en la parte central para suavizar el impacto visual han creado unos jardines colgantes.
Curiosidades
Seis plantas de párking para los 168 coches del empresario y el helipuerto para tres helicópteros en el tejado.

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