El actor norteamericano Mel Gibson compró por 11,37 millones de euros la isla de Mago, en las islas Fiji, un paraíso volcánico que es suyo desde 2005 y que cuenta con algo más de 2.000 hectáreas, convirtiéndola en una de las islas privadas más grandes del Sur del Pacífico. Mago tiene tres islas con una extensión de más de veinte kilómetros cuadrados y la isla más grande tiene una población de sólo 40 habitantes. El actor habría construido una pista de aterrizaje y un muelle de piedra en el lado norte de la isla. Esta compra, sin embargo, no estuvo exenta de polémica ya que según recogieron varios medios aquel año, los miembros de la tribu Yayusa Vuaniivi alegaban ser los propietarios legítimos de este trozo de tierra. Al parecer, el actor habría comprado esta isla a una cadena hotelera japonesa a través de una inmobiliaria internacional llamada Colliers.
No obstante, los integrantes de esta tribu aseguraron que esta transacción no tendría validez puesto que sus antepasados fueron expulsados de aquel lugar en el siglo XIX. La isla "fue vendida por dos mil plantas de coco" al dueño de una plantación de algodón a mediados del siglo XIX. Sin embargo, un portavoz de la tribu Fiji dijo a "The Times" que la isla no fue vendida sino arrendada, lo que obligó a sus antepasados a escapar de Mago, pues los que permanecieron fueron asesinados. os descendientes de los antiguos habitantes de Mago ahora viven en la isla Namalata (Pacífico) y el incremento de población está creando tensiones en esa isla, situada al norte de Mago, puesto que el 90% de su terreno es roca y el espacio que queda habitable es muy pequeño.