A partir de 1996 esta tradición catalana se hizo internacional, dando un paso más para la unificación de los pueblos en el mundo entero, hasta el punto de que la mítica rosa se regalaba en Estados Unidos, Japón, Francia y otros países, cuando se compraba un libro.
El 23 de abril no es sólo famoso por la leyenda del noble Sant Jordi, sino que también se conmemora la muerte de algunos grandes escritores: CERVANTES y SHAKESPEARE.
Estos soberbios escritores han pasado a la historia por sus fabulosas obras, llegando a ser un símbolo importante en sus respectivos países.
Una forma de reconocer el trabajo de estos genios era bautizando este día como el día del libro, y así se hizo. En este día se venden libros por las calles en grandes paradas organizadas. Mucha gente aprovecha este día, aunque habitualmente no lea, para comparar un libro y disfrutar con él. Es una forma de animar a la gente a leer.
Además, esta jornada es muy buena para lanzar al mercado nuevas novelas, y muchos autores la aprovechan y promocionan su último libro acudiendo a los puestos y librerias para firmarlos a todo el mundo.
Por último, nada hay más bonito que el intercambio de rosa y libro entre enamorados.
La fecha del 23 de Abril siempre ha estado ligada, directa o indirectamente, a la literatura y las tradiciones populares.
Los caballeros catalanes que partieron hacia el Oriente no se debieron imaginar la repercusión que tendrían sus relatos sobre el culto a un santo local: Sant Jordi. Posteriormente este relato se "adaptaría" a la tradición medieval de caballeros luchando contra el mal.
La leyenda que surgió es de sobras conocida: Santo Jordi lucha contra el malvado dragón que mantiene retenida a la princesa. Finalmente, Sant Jordi vence y en el lugar donde el dragón derrama su sangre crece un rosal como signo de amor y amistad.
Redacción: Luis López