The Whisky Talker ayuda a invertir en botellas y barriles de whisky. En internet el World Whisky Index (WWI) es le lugar donde se pueden comprar y vender botellas. En esos 11 meses se han hecho negocios por más de 2 millones de euros.
En el WWI solo se invierte en el Single Malt escocés, el procedente de una sola cebada malteada. Y de este tipo, producido en decenas de destilerías escocesas, añade, solo entre el 5 y el 15% es interesante para invertir. Lo que interesa a inversores y compradores es el whisky más especial, las marcas y añadas de las que se han producido menos botellas, por ejemplo, y que ahora son difíciles de conseguir. Las destilerías no pueden atender a la creciente demanda (sobre todo de nuevos mercados como Rusia, China y Japón), sencillamente porque este whisky debe permanecer un mínimo de 10 años en barriles de roble antes de ser embotellado. Y los más solicitados son los que tienen más de 15 o 20 años. Algunas destilerías que cerraron con la crisis de los 70 tienen todavía botellas suyas en el mercado, pero son cada vez menos, y por eso más caras. En WWI los vendedores deben entregar sus botellas para verificar su autenticidad y éstas quedan en un almacén. Actualmente, Michel Kappen vigila unas 4.500 botellas en un búnker seguro en Lisse, un pueblo cerca del aeropuerto de Amsterdam.
La más cara, en estos momentos, es un Bowmore de 1957 que se ofrece por 1.950 euros, la segunda es un Islay de 30 años de Bowmore, que es la que más ha subido en precio, un 136,8%.
WWI se aprovecha del interés creciente por el whisky de calidad en todo el mundo, incluida España. Hay gente que está dispuesta a pagar cientos de euros por una sola botella, cuyo valor ha ido aumentando con el tiempo. El propio director de WWI. Mr. Kappen tenía un Black Bowmore de 1964 que compró en 1995 por 150 euros y que el año pasado ya podía vender por 2.450. Un Macallen de 1948 se vendió por 4.800 euros. Y en una subasta en Inglaterra, alguien llegó a pagar 33.278 euros por un Dalmore de Whyte and Mackays de 62 años.