Aunque el negocio se reparte casi siempre entre las mismas viviendas, que se alquilan constantemente, cada vez quieren entrar más propietarios. "Me llaman muchísimos más clientes ofreciendo sus casas, incluso muchas de ellas llevan a la venta un tiempo y tratan de sacarle algo de rentabilidad. La oferta actualmente es un 30% más que otros años", y de paso, los dueños presumen de hogar ante millones de espectadores.
"Desde hace cuatro meses se ha incrementado considerablemente el número de propietarios que dan de alta su inmueble a través de nuestra página web. Y los propietarios que ya están dados de alta nos llaman para recordarnos que sus inmuebles están disponibles para alquiler para casas para rodajes".
Y es que en el cine no todo es glamour y la crisis no es ciencia ficción. La demanda de viviendas por parte de los productores se mantiene en los mismos niveles, aunque no el precio que están dispuestos a pagar. "El precio de los alquileres ha bajado entre un 10%y un 20%". Los presupuestos se han ajustado y si antes se pagaban 1.800 euros por un día por una casa para rodaje, hoy no pasa de los 1.200 o 1.500 euros. Eso sí, el presupuesto depende de la producción, los días de rodaje y las características de la casa.
Por ejemplo, la película La mala educación, de Pedro Almodóvar, se rodó en un chalé demás de 400m2 en La Berzosa (Hoyo de Manzanares). El alquiler de esta casa se prolongó durante cinco meses y se pagaron 48.080 euros.
Los girasoles ciegos, Carlitos, Volver, Lucía y el sexo, El Bola, Otros días vendrán y series de televisión como Sin tetas no hay Paraíso, Ellas y el sexo débil, El síndrome de Ulises, Hermanos y Detectives o El comisario se han rodado en viviendas con dueño. "Construir decorados y rodar en platós es caro, por lo que casi siempre se buscan decorados naturales", explica el productor Pedro Costa, que recuerda que La buena estrella, de Ricardo Franco, se rodó en un chalé de la calle Pilar de Zaragoza (Madrid).
'Las 13 rosas'
La película Las 13 rosas, dirigida por Emilio Martínez Lázaro, ocupó durante tres meses una casa llamada Montepanarras, en Torrelodones, con una superficie de 1.000m2. El alquiler de la casa costó 30.000 €. Carlitos, dirigida por Jesús del Cerro y producida por Emilio Aragón, se ha rodado durante tres meses en el Palacio del Rincón, en Aldea del Fresno, un inmueble particular por el que se han pagado 18.000 €/mes. En un edificio de la calle de Alfonso XII, 18, se han rodado infinidad de películas desde hace una década, señala Perdiguero. Una de las últimas ha sido Los girasoles ciegos, de José Luis Cuerda. En este caso, el alquiler de la casa para el rodaje costó unos 8.000 €/mes por vivienda (hay ocho pisos en el edificio). Y 12.000 € se pagaron por un edificio situado en la calle de Eduardo Dato, donde se ha rodado la película Caótica Ana, de Julio Medem. "La vivienda más buscada y valorada por las productoras de cine es el clásico piso de unos 400 m2 de los años setenta, lujoso pero con decadencia". Regina es la dueña de un ático de 200 metros cuadrados situado en la madrileña calle de Jorge Juan, que desde hace tres años es escenario de rodajes. El secreto del éxito de esta casa de casi medio siglo: "La tengo empapelada y con muebles antiguos, nunca la he reformado. Mi casa tiene vida", dice orgullosa Regina, a la que pagan 1.500 €/día. Recuerda rodajes como los de las películas Otros días vendrán y Gordos, la próxima de Daniel Sánchez Arévalo, cuyo rodaje aún no ha acabado. "En octubre tienen que volver".
Chalés de tamaño
También se demandan chalés independientes con estancias de grandes superficies, en algunas ocasiones de diseño minimalista y en otras de corte más clásico. Nueve años lleva Javier Gómez alquilando su chalé de 600 m2 de La Moraleja (Alcobendas) para rodar películas y anuncios. Aunque todo el protagonismo ha sido casi siempre para su cocina, de 50 m2 y muy apreciada por los productores porque hace esquina, tiene cinco ventanas, es muy luminosa y los muebles son blancos. Las películas La familia 30 años después, de Pedro Masó, y No dejaré que no me quieras, de José Luis Acosta; y anuncios para Campofrío, Fairy o el arroz Brillante han apostado por la casa de Javier.
También Juan está acostumbrado a que las cámaras entren en su casa, situada en Callejón del Mellizo, cerca del Rastro de Madrid. El Bola, dirigida por Achero Mañas, y Segundo asalto, de Daniel Cebrián, son sólo algunos de los filmes que se han rodado en la última planta de un edificio de tres alturas. También la baja, habilitada como un almacén de atrezo, ha sido objeto de deseo de muchos directores de cine.
Casi todo vale
Pero casi todo vale. "Cuántas y qué diferentes son las localizaciones en las que se ruedan. Modernas, clásicas, setenteras, de diseño, minimalistas o muy vividas. Sea cual sea el estilo de la casa se puede convertir en localización cinematográfica". El único requisito es el tamaño. "Las habitaciones deben ser amplias, todo lo demás se puede cambiar", señala el director Emilio Martínez Lázaro, que para rodar El otro lado de la cama y Los dos lados de la cama utilizó vacías. "Nosotros pedimos un mínimo de 100 m2 para poder meter los equipos". Hay que tener en cuenta que un equipo de rodaje lo forman 30 o 40 personas y a veces más (las sesiones fotográficas requieren menos profesionales). Para algunos propietarios estos ingresos extras se han convertido en una válvula de escape para hacer frente a la crisis. "Anteriormente utilizaban estos ingresos para realizar mejoras o reformas y ahora representa una excelente alternativa para afrontar los recibos de hipoteca, ésa es la gran diferencia", dice una agencia.
Aunque no es el caso de todos los clientes, al menos de aquellos que tienen de alto standing para rodajes y de las personas populares y aristócratas, que también los hay. En estos casos, se persigue ganar prestigio y orgullo personal.
Para los propietarios es un trabajo fácil. Si el rodaje se prolonga varias semanas la productora paga la estancia en un hotel. El tiempo medio de rodaje de un anuncio es uno o dos días; para una película, desde un día a varios meses; en las series, unas dos veces al mes hasta su finalización; una sesión fotográfica, desde cuatro horas a un día.
Seguro por desperfectos
Los propietarios reciben un cheque el mismo día del rodaje. Y existe un seguro que cubre todos los desperfectos que se puedan ocasionar (arañazos en la pared, en algún mueble...). Aunque lo normal es que no ocurra nada, dicen los propietarios. La agencia es la encargada de negociar los alquileres, revisar los contratos, resolver cualquier duda sobre éstos o sobre las características del proyecto, cerrar con la productora horarios, horas extras, seguros, forma de pago, etcétera.
Y en el camino algunos dueños salen ganando. Son frecuentes los cambios para acondicionar las casas, sobre todo en las vacías. Pintar las paredes y cambiar los muebles está a la orden del día. ¿Qué hacer? Basta con que el propietario haga fotos, tanto de la fachada, como de la parte trasera de la casa y también del jardín. Las fotografías no tienen porque ser profesionales, pero sí tienen que ser un fiel reflejo de las dimensiones y características de cada habitación.
Es importante que se hagan con luz del día. Si se prefiere se puede llamar a la agencia, que concertará una cita para hacer las fotos. En la mayor parte de las agencias de localizaciones el negocio está copado por los spots publicitarios, que suponen un 70% del total de rodajes, seguido por las sesiones fotográficas para publicidad impresa, las películas y las series de televisión.
Fuente: SANDRA LÓPEZ LETÓN
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