El programa Al filo de lo imposible lleva  casi 30 años emitiéndose en televisión, y es uno de los referentes a nivel mundial en documentales del género de aventura. Ha conseguido logros tan dispares como coronar catorce ocho miles, cruzar los andes en globo o atravesar el gran mar de arena andando, entre otras muchas hazañas, pero sobretodo ha conseguido transmitir a sus espectadores su pasión por la montaña y por los deportes de aventura.

Durante la entrevista quisimos saber cual era el logro alcanzado del que se sentía más orgulloso con su programa, y lejos de decirnos un logro físico como podría ser el ascenso de una montaña o la travesía de algún desierto o polo, nos contestó que su mayor orgullo fue cambiar la mentalidad de la aventura en España. Cuando empezaron a hacer Al filo de lo imposible, lo mas suave que les decían era que estaban todos locos. A día de hoy se gana la vida dando conferencias a grandes empresas dando consejos sobre como trabajar en grupo, como elegir los objetivos, o como planificar las expediciones. Supieron transmitir a sus espectadores la cultura del S. XIX que tiene que ver con la ilustración, la ciencia, el romanticismo, y la idea que se puede hacer cosas imposibles. Nos recalcó que es posible ir mas allá de lo conocido, que hay que atreverse a fracasar para adentrarse en terrenos desconocidos; pero sobretodo dejó claro que eso no es una locura, sino una cosa muy sensata que llevan a cabo un tipo de personas que arrastran la humanidad en una dirección determinada: el progreso.

Cuando le preguntamos por su plan de trabajo, nos lo comparó con una buena orquesta de jazz, donde los músicos han de ser unos virtuosos de los instrumentos pero luego han de saber improvisar. Llevan un plan de trabajo predeterminado, pero después les es imposible saber que va a pasar en una aventura, por eso han de tener una grandísima capacidad de improvisación. En España la palabra improvisación es sinónimo de chapuza, pero él tiene claro que no es así, muy al contrario, tiene que ver con sabiduría, entendida como la suma de experiencia e inteligencia, estos son los elementos necesarios para improvisar en los momentos más duros y difíciles. Por eso que de 215 expediciones realizadas, a excepción de una, volvieron con programas para montar de todas ellas.

Otra de las preguntas realizadas durante la entrevista era saber que cualidades requiere un integrante del equipo de Al filo de lo imposible, y sin dudar ni un segundo su respuesta fue contundente: Gente apasionada. No se puede hacer nada sin pasión, si trabajas en algo que no te gusta, lo primero que debes de pensar es que debes de dejar de hacerlo. Para su equipo escoge gente que sobretodo sea apasionada, que sepa trabajar en equipo y que estén capacitados. Tiene claro que hay un parte de la aptitud que se aprende porque se adquiere con el tiempo, muchos de los alpinistas del programa no eran los mejores alpinistas, sino que se hicieron los mejores alpinistas dentro del programa. Mencionó las palabras de un viajero explorador del S.XIX Apsley Cherry-Garrard en su libro “El peor viaje del mundo” en el que decía que si alguien le preguntaba como elegir a un buen explorador polar, éste sería una persona que tenga bueno tono físico y la cabeza sujeta con cables de acero, pero como no iba a encontrar a una persona que tuviera las dos cualidades, se quedaba con la segunda, Sebastian dijo que él al igual que Apsley también se quedaba con la segunda opción.

Para Sebastian viajar tiene que ver con la mirada. Concretamente con dos miradas, una hacia fuera y sobretodo, una mirada hacia dentro, porque no se encuentra en los viajes nada que no llevemos dentro cuando salimos de casa. Viajar no es transportarse, es venir con inteligencia para saber que aquello que te ha cambiado te ha enriquecido, y volver otra vez a viajar es estar siempre en marcha hasta el último día. Para él viajar es junto con leer una de las mayores fuentes de conocimiento que hemos tenido.

Una de las recomendaciones que nos da es que seamos nosotros mismos, y que trabajar en periodismo de viajes es una de las cosas más divertidas que podemos hacer en la vida.

Para finalizar la noche proyectaron uno de sus documentales en el Parc del Segre dentro de las actividades de la muestra de cine de montaña PICURT.

Redacción: Montserrat Marín Raffo - Luxurynews
Fotografía: Jorge Bonilla