Es un hecho que el queso es un alimento lleno de un gran sabor y con un gran rango de variedades para todos los gustos que se puede adquirir muy fácilmente, y ahora esta gran atracción a los quesos tiene una explicación totalmente científica, que incluye los primeros años de vida del ser humano al ligarse con la leche materna.
En un estudio publicado por la Biblioteca Nacional Estadounidense llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Michigan entre estudiantes de la propia universidad y otro grupo de estudio externo, se encontró que la pizza es el alimento número uno para dejar a un lado la dieta, principalmente por su facilidad de consumo y debido al gran sabor que le da el queso. Como seguidores en la lista, se encuentran otros alimentos altamente procesados y altos en grasas y carbohidratos refinados como el helado, galletas, patatas fritas y pasteles.
El problema descrito por médicos como el Dr. Neal Barnard, quien es el presidente del Comité de Médicos por una Medicina Responsable, con referencia al queso, es que tiene un alto contenido de calorías, grasa y colesterol, que a su vez incrementan las posibilidades de un aumento de peso y conducen a una serie de problemas de salud como presión arterial alta y artritis.
Mencionando el estudio de lo que hace al queso tan adictivo y difícil de mantener a un lado de la dieta, el Dr. Barnard explica en su libro La Trampa de Queso (The Cheese Trap) que este alimento contiene caseína, una proteína de estructura química muy similar a las endorfinas que se encuentra también en la leche materna.
La particularidad de la caseína es que genera una agradable sensación de bienestar. En otras palabras, esta proteína de la leche tiene moléculas opiáceas en su composición química, las cuales al ser consumidas se adhieren a los mismos receptores del cerebro a los que se adhieren narcóticos como la morfina o la heroína.
"Estos opiáceos se adhieren a los mismos receptores cerebrales a los que se adhieren la heroína y la morfina. No son lo suficientemente fuertes como para que te arresten, pero son lo suficientemente fuertes como para hacerte volver por más, incluso cuando tus muslos se expanden ante tus propios ojos." - Dr. Neal Barnard.
Al hacer referencia al poder adictivo de la caseína, el Dr. Barnard subraya que es diez veces inferior al de la morfina. Para ponerlo en contexto, un vaso de leche contiene 7.7 gramos de proteínas, de los cuales un 80% es caseína. Cuando esta leche se procesa y se convierte en queso Cheddar, que es el encontrado en hamburguesas, la cantidad se multiplica 7 veces llegando a ser 56 gramos, convirtiéndolo en la forma más concentrada de caseína que se puede encontrar en el supermercado.
Datos sobre la caseína como el anterior son para el gusto de los amantes del queso y el disgusto de los más puristas, pero resuelven la cuestión de porqué el queso es tan adictivo.