El Rapide, yacía expuesto en la entrada de RABAT, y fue sin duda el icono del evento, pues todos los invitados quedaban asombrados ante esta singular belleza que pudieron contemplar en toda su esencia.
El Aston Martin Rapide es una berlina de cinco puertas y cuatro plazas, que está dotado de un un motor de 476 CV, que mide 5,01 m de largo y 1,36 m de alto.
Es el primer Aston Martin con carrocería de cinco puertas y cuatro asientos individuales.
Sus puertas, que no tienen marco, se abren de forma convencional pero con un ángulo de 12º hacia arriba para facilitar el acceso y la salida del habitáculo.
Dotado de un motor de gasolina V12 de 476 CV que es una variante del que tienen el DB9 o el Vantage V12, se ha unido a una caja de cambios automática de seis velocidades («Touchtronic 2») que se encuentra situada en la parte posterior del coche.
Las prestaciones del Rapide son de infarto, pues acelera de 0 a 100 km/h en 5,3 s y alcanza una velocidad máxima de 296 km/h.
La fiesta estuvo amenizada con música Jazz en directo, y con un exquisito catering que pudieron degustar todos los asistentes a la misma.
En el interior de RABAT, pudimos ver en una vitrina expuesto y como si de una obra de arte se tratara, el AMVOX5, junto a otras piezas no menos importantes de esta emblemática marca relojera, Jaeger LeCoultre.
El AMVOX5 World Chronograph, primer guarda tiempos de la colección AMVOX que asocia la función cronógrafo a la de horas universales, celebra el quinto aniversario de la asociación entre Jaeger-LeCoultre y Aston Martin.Es, al mismo tiempo, la quinta creación relojera nacida bajo los auspicios de los valores comunes de dos marcas de excepción: el respeto absoluto a las más nobles tradiciones, una incansable búsqueda de la perfección y un espíritu de vanguardia.
En sus ámbitos respectivos, tanto la Grande Maison del Valle del Joux como el célebre constructor británico son animados por una misma pasión: el amor por la belleza mecánica, sea automovilística o relojera.
Aston Martin Barcelona, una vez más, consiguió fidelizar su buen hacer, ofreciendo a sus clientes un acto para recordar, donde la elegancia y el buen gusto fueron la nota a destacar de una noche en la que, y no por primera vez, el Motor y la Alta Relojería se fusionaron en un cálido abrazo.