Inspirado en el Sport Quattro de 1983, con 306 CV y del que se fabricaron sólo 214 unidades para homologar su homólogo de competición. Ahora Audi ha tomado al RS5 como plataforma sobre la que crear el “nuevo Quattro”.
Toda la carrocería es de aluminio mientras que el capó delantero y trasero son de fibra de carbono. El peso se ha rebajado hasta los 1.300 kilos.
El motor es una evolución del 5 cilindros turbo que ya habíamos conocido en el TT-RS, con 408 CV.
Sus dimensiones exteriores son muy compactas con una longitud de 4.280 mm, una anchura de 1.860 mm y una altura de 1.330 mm. La batalla tiene por tanto 2.600 mm.
Las llantas de 20”.
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