Gracias al músico Xavi Molero, tuvimos la ocasión durante nuestra prueba de fotografiar junto a nuestro Beetle Fender, a todo un Escarabajo Oval del año 1953, casualmente un año antes de Fender empezara a fabricar sus guitarras, en un precioso color Atlantic Green, cuyo estado es admirable, pues parecía que el tiempo no había pasado para el. 

Y como no, nos dejó también su Fender Stratocaster para con ella rendir tributo a nuestro coche. Para nuestra sesión de fotos poder contar con todo esto, fue algo muy especial pues pocas veces consigues reunir tantas cosas afines  a una marca y a un modelo espec&i acute;fico, y en este caso pudimos aunar ambas cosas, recordando como eran los escarabajos de antaño y las míticas Fender.

La verdad es que más que una prueba, con el Beetle Fender lo que hicimos fue una entretenida sesión de fotos en los jardines de Accura Gavá Mar, donde ambos coches posaron para nuestro fotógrafo Javier Lorite, quien, junto a nuestro guitarrista Xavi, nos dejaron unas impresionantes fotografías junto a ambos coches.

Exteriormente, el Beetle Fender Edition es igual que el resto de las versiones del Beetle, salvo por los anagramas cromados que lleva repartidos y que nos recuerdan que nos encontramos ante una edición limitada, así como por sus llantas de 18” que son preciosas y son un claro ejemplo de los guiños al pasado de este coche o los retrovisores que también son cromados para esta edición.

Interiormente, y con tan solo abrir la puerta, algo nos deja sorprendidos. El tablero, está adornado con la misma madera que Fender utiliza en la fabricación de algunas de sus guitarras. Un acabado denominado  Sunburst, que combina y difumina los colores rojo y negro con la madera natural. Algo a destacar y exclusivo para esta edición, es el increíble equipo de música firmado también por Fender Sound, cuyos ocho altavoces y su subwoofer rinden la friolera de 400w. 

Por lo demás el interior lleva el sello de Volkswagen allí por donde lo mires haciendo gala de la calidad y el diseño con el que la marca fabrica todos sus coches. Los asientos de talante deportivo, son muy cómodos, sujetan el cuerpo bastante bien en los apoyos laterales, y las plazas traseras aunque justas, albergan sin problemas a dos adultos. A esto, le tenemos que sumar un maletero que con 310 litros de capacidad, son más que suficientes para poder viajar y recorrer las ciudades para dar conciertos con tu Fender y el resto de la banda.

En estas dos fotos podemos ver claramente la evolución y la transformación que durante el paso de los años Volkswagen ha realizado en los interiores de sus modelos, aunque cada uno tiene su gracia, como la guantera, que se ha convertido en un símbolo del interior del coche y que hoy, perdura con su forma ovalada.

Hace unos meses tuvimos la ocasión de probar el Beetle, en su versión mas radical, la que equipa el motor del Golf GTI (http://ow.ly/m8utv ) y la verdad es que quedamos gratamente sorprendidos por el comportamiento dinámico del coche, del que ahora hablaremos.

Este Beetle estaba equipado con el motor 2.0 TDI, que rinde 140 cv y que son más que suficientes para mover con muchísima soltura a este Beetle y dotarlo de unas prestaciones con las que competir en un segmento muy amplio. Este motor es muy elástico, ya que desde un buen principio y a muy bajas vueltas, ya demuestra el poderío que tiene, aunque su proeza empieza al rozar las 1.800 rpm.

La capacidad de recuperación que tiene es muy buena, y a ello contribuye como no su caja de cambios, la conocida DSG de seis velocidades cuyo funcionamiento solo tiene halagos a lo largo de su trayectoria. En conducción automática es muy suave, apenas notas los cambios, y en funcionamiento secuencial es además precisa, tanto para subir como bajar de marchas, momento en que te das cuentas de que las reducciones son sencillamente perfectas.

Algo destacable del motor y el conjunto, es que, y todo al tratarse de un motor diesel, la rumorosidad es mínima e imperceptible en el interior del coche, incluso para aquellos que por primera vez han subido en un coche con un motor así, tienden a pensar que es un gasolina.

La eficiencia es la palabra que mejor define este TDI, cuyo consumo homologado es de tan solo 5,4 litros aunque podemos ver que se excede un poco, si queremos jugar un poco con el, pero nada alarmante.

Como ya destacamos en la prueba anterior del Beetle, el conjunto sobre la plataforma del anterior Golf, le confieren un toque deportivo que se ve reflejado en su comportamiento, pues es un coche noble, en el que el paso por curva puede ser muy elevado y donde apenas se notan balanceos de la carrocería gracias la firmeza de la suspensión. Probamos el Beetle en la misma carretera que en nuestra prueba anterior, para poder compararlo, y la verdad es que quitando la elasticidad  prestaciones que proporcionaban el motor gasolina del otro Beetle, la sensación de aplomo, firmeza y seguridad seguía estando presente.

Sea en esta versión, o en cualquier otra, el Beetle ha evolucionado mucho, no solo estéticamente, pues encontramos que es un coche precioso y para admirar, más todavía, si escogemos como en este caso, alguna de sus ediciones limitadas, sino un coche con el que podrás disfrutar de el día a día, realizando grandes viajes con pequeños consumos, gracias a las nuevas tecnologías eficientes adaptadas a sus motores.

Escrito por,  Miguel Angel Solá

Agradecimientos

• Volkswagen Audi España S.A - http://www.comunicacion.volkwagen.es
• Accura Gavá Mar – http://www.clubsaccura.es/clubs-accura/gavà/
• Xavi Molero - https://www.facebook.com/xavi.molerohoms

Fotografía

• Javier Lorite – www.javierlorite.com - Luxurynews