El exterior se diferencia del Citigo normal, por sus llantas de 15” tintadas en negro, los espejos retrovisores y la parrilla delantera que son de color negro brillante así como por los cristales traseros que están tintados, un alerón sobre el portón, un difusor trasero y algunos logotipo colocados en los laterales de la carrocería y el interior.
Con unas medidas de coche urbanita (3,5 m de largo, 1,6 m de ancho y 1,4 m de alto), el Skoda Citigo está homologado para albergar 5 plazas, aunque las traseras, son algo justas, sí que pueden dar cabida a dos adultos sin problemas. En las plazas delanteras, el espacio es más que correcto, y los asientos deportivos de esta versión sujetan el cuerpo muy bien, sobre todo en los apoyos laterales.
El maletero tiene cabida para 251 litros, lo que le sitúa por encima de la media de su categoría, fácilmente ampliables hasta los 959 litros si abatimos los asientos traseros.
El interior del Citigo Monte Carlo, se distingue por varios elementos, como el volante de piel deportivo achatado y costuras a contraste, los asientos de corte deportivo y la decoración específica en color rojo con remates en negro, así como por la piel que recubre la palanca de cambios, el freno de mano y las alfombrillas que son exclusivas para esta versión.
En lo que a equipamiento se refiere, nuestra unidad de pruebas contaba de serie con aire acondicionado, elevalunas eléctricos delanteros, radio CD MP3, asiento del conductor regulable en altura, revestimiento del techo en color negro, asistente al arranque en pendientes, así como los sistemas de seguridad ABS, ASR, EBV y MSR, así como el sistema City Safe Drive, que supervisa el tráfico por delante del coche hasta una distancia de 10 metros y hasta 30 km/h que activa un sistema de frenado de emergencia para evitar la colisión por alcance. Y en cuanto a los opcionales, ordenador de viaje, control de velocidad, techo solar deslizante y el sistema de navegación portátil que consiste en una pantalla ubicada en el centro de la consola, denominada “Move & Fun”, desde la que se controla el sistema de navegación, manos libres del teléfono, el reproductor multimedia y que hace a la vez de ordenador de a bordo.
El motor de nuestro Citigo, es un tres cilindros 1.0 MPI que rinde una potencia de 75 cv, y está asociado a una caja de cambios manual de 5 velocidades, pudiendo incorporar opcionalmente un cambios de doble embrague que la marca denomina ASG. Con este propulsor y su 95 Nm de par, sus prestaciones son discretas, pero a tener en cuenta, pues acelera de 0 a 100 km/h en 13,2 segundos, es capaz de lanzarse hasta los 171 km/h y tiene un consumo medio homologado de tan solo 4,6 litros a los 100 km.
No es un motor enérgico, pero sube de vueltas con facilidad y mueve con soltura los casi 1.000 kg del conjunto. Cuando lo subes de vueltas, su sonido es el característico de los coches de tres cilindros.
En ciudad, hace gala de moverse con mucha soltura entre el tráfico, claro está gracias sus medidas. Los semáforos no suponen ningún problema para el Citigo, pues sus 75 cv son más que suficientes para salir con alegría cuando el disco se pone en verde. Aparcar es una maniobra fácil y sencilla que podrás llevar a cabo en cualquier hueco que encuentres, pues el Citigo se presta muy bien a ello.
Todos pensamos cuando vemos un coche pequeño, de estas características, que son coches urbanos, con lo que viajar es algo tedioso, pero nada más lejos de la realidad. Teniendo en cuenta los límite de velocidad en nuestras carreteras, una velocidad de entre 100 km/h y 120 km/h para el Citigo, es su ideal, no solo por la sensación de que quizás vas más rápido de lo que realmente vas, sino porque con estas medias, consigues unos consumos muy ajustados, gracias a su motor de 3 cilindros.
Si además, quieres adentrarte en alguna carretera de curvas, puedes hacerlo, pues la puesta a punto que Skoda ha realizado sobre este modelo, pudiéndolo dotar de una suspensión deportiva y un chasis que rebaje su altura en 15mm, se comporta muy bien en los pasos por curva. Su ideal, son los trazados revirados, de curvas continuas, donde quizás solo al salir de las mismas, es donde echarás un poco de menos más alegría de su motor. Por el resto, es un coche que inspira confianza aunque tenga como no algunas limitaciones extradeportivas.
Nosotros que nos hemos vuelto unos adeptos a los Skoda, os aseguramos que el Citigo sería uno de nuestros coches para el día a día por su fácil manejo en ciudad, así como por lo divertido y eficiente que es, además de ser todo un compacto, juvenil, atrevido y descarado. Así es el Citigo Monte Carlo.
Escrito por, Miguel Angel Solá
Agradecimientos
• Skoda España
• Fotografías: Miguel Angel Solá
- Configuración Skoda Monte Carlo
Medidas
{yoogallery src=[/media/k2/galleries/8974] width=[100]}